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Este miércoles 22 de octubre, Morelia fue testigo de dos manifestaciones pacíficas que se realizaron sin destrozos, daños ni enfrentamientos, a diferencia de las registradas la semana pasada que terminaron con hechos violentos. Los contingentes fueron encabezados por la Sección 18 Poder de Base de la CNTE y el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS).
Los pasados días 11 y 12 de octubre, integrantes del FNLS se enfrentaron con elementos de la Guardia Civil de Michoacán, quienes usaron gas lacrimógeno y proyectiles para dispersar una protesta frente a la Catedral de Morelia, donde también se reportaron daños materiales, entre ellos pintas, vidrios rotos y destrozos en espacios y edificios públicos, afectando incluso a asistentes del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

Por su parte, la Sección 18 Poder de Base marchó desde Casa Michoacán hasta Palacio de Gobierno, en el Centro Histórico, para exigir la solución a sus demandas pendientes desde julio y denunciar que el gobierno estatal y federal mantienen los recortes al sector educativo, pese a los compromisos asumidos.
El dirigente magisterial José Luis Castillo Ferrer recordó que los problemas financieros en el sistema educativo se arrastran desde el gobierno de Silvano Aureoles, que redujo presupuesto, canceló programas y dejó un “hoyo financiero” que sigue afectando a miles de maestros.

“Silvano Aureoles disminuyó el presupuesto educativo, canceló varios programas y suspendió el pago a los trabajadores. Ese hoyo financiero todavía lo padecemos”, señaló.
Castillo Ferrer denunció que se han congelado 4 mil claves y podrían sumarse 1,700 más, mientras que más de mil docentes que cobran vía cheque siguen sin recibir su salario y al menos 400 eventuales permanecen sin pago.

“Tenemos compañeros que trabajan casi de gratis: cubren horas adicionales, dirigen escuelas o supervisan zonas sin que se les pague lo que se merecen”, aseguró.
La organización defendió su Programa Democrático de Educación y Cultura, como alternativa ante la “redistribución injusta de maestros” que, aseguran, no toma en cuenta las condiciones reales de las comunidades. Según sus cálculos, el monto total de sus demandas asciende a 331 millones de pesos, y afirmaron representar al 40% del magisterio estatal, con presencia en más de 4 mil escuelas de Michoacán.

“El argumento de que sobran maestros es falso. Hay comunidades enteras sin docentes, y los niños están siendo privados de su derecho a la educación”, subrayó.
En tanto, los integrantes del FNLS también marcharon este miércoles desde el monumento a Isaac Arriaga hacia el primer cuadro de la ciudad para reiterar su exigencia de justicia por los hechos del 11 y 12 de octubre, y para demandar al gobierno estatal que prohíba el uso de armas y gases contra manifestantes.

“Desde el momento en el que nosotros nos sentamos con el gobierno del estado, ellos comienzan a ejercer una criminalización a nosotros, señalándonos que nosotros somos los generadores de la violencia. Lo cual nosotros no aceptamos y estaremos insistiendo en la réplica las veces que sean necesarias”, comentó José, integrante del Frente.
Durante su pronunciamiento, el Frente también exigió un alto a la persecución política y al hostigamiento contra el profesor Leobardo Reyes Meza, a quien consideran un defensor de la tierra y la vida digna. Recordaron además los hechos ocurridos en la caseta de Panindícuaro, donde denunciaron haber sido atacados con proyectiles de impacto que habrían causado la muerte del activista Juan Francisco Kuykendall Leal por una fractura craneoencefálica.

Ambas movilizaciones concluyeron de manera pacífica frente a Palacio de Gobierno, sin enfrentamientos ni daños materiales, marcando una jornada de protestas tranquilas en contraste con las registradas la semana anterior.
