STAFF/Marina Alejandra Martínez
El Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM) dejó en claro que no respalda el linchamiento ocurrido recientemente en Cherán.
Así lo expresó su vocero, Pavel Guzmán Ulianov, quien subrayó que el hecho debe leerse como una expresión desesperada del cansancio acumulado entre los pueblos originarios ante la creciente ola de violencia que azota a la región.
«Nosotros no compartimos el ejercicio de la justicia en las propias manos más sin embargo, entendemos el malestar que hay en la comunidad de Cherán y en muchas comunidades indígenas hay un hartazgo, hay una total falta de credibilidad del sistema de justicia y sistema de seguridad que no puede garantizar procesos de justicia pronta, rápida y expedita, entonces consideramos que eso refleja un hartazgo», manifestó.
Durante una conferencia de prensa, el líder indígena, indicó que, actualmente tienen identificadas al menos diez comunidades nativas como focos rojos en materia de inseguridad.
Entre ellas, destacó a Sevina, donde un comando intentó irrumpir, así como a Pichátaro, donde fue asesinado un miembro de la ronda comunal, y Santa Fe de la Laguna, que también sufrió un intento de incursión por parte de hombres armados.
Guzmán Ulianov puntualizó que si bien no comparten la aplicación de justicia por mano propia, comprenden la indignación que persiste entre las comunidades, particularmente en Cherán, donde el asesinato de un presunto delincuente refleja, según dijo, el nivel de abandono y desprotección estatal.
Añadió que la organización indígena que representa se encuentra dispuesta a respaldar a la comunidad de Cherán en materia de seguridad, siempre que así lo soliciten sus autoridades tradicionales.
Finalmente, alertó que las principales zonas de conflicto por la inseguridad se concentran en la Cañada de los Once Pueblos, la Meseta Purépecha y la región del Lago de Pátzcuaro, donde la violencia ha alcanzado niveles alarmantes.