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México triste y enfermo: A sus 13 años de edad Nicolás Montiel Ramírez era un niño que de inmediato brillaba en su círculo social: amable, educado, carismático, estudioso y trabajador quien sin embargo, por cuestiones de la inseguridad de este país, la vida le fue arrebatada de manera muy cruenta.
La pesadilla de su familia comenzó el pasado sábado 2 de mayo cuando el chico desapareció alrededor de las 8:00 de la noche en el sitio de taxis de La Virgen en Ciudad Cuauhtémoc, en el municipio de Ecatepec. Al momento de su desaparición el menor vestía un pantalón deslavado, camisa Adidas sudadera negra y tenis tipo Nike; y acababa de cumplir su jornada laboral vendiendo globos para llevar el sustento a su hogar, donde vivía con sus abuelos y su hermana menor.
Ese día Nico había salido de su casa muy emocionado para mostrarle a su abuelita los tenis que su padre acababa de regalarle.
Tras desaparición, familiares de Nico comenzó una búsqueda a través de redes sociales exigiendo a las autoridades una pronta aparición. Lamentablemente al menor lo localizaron muerto, tres días después de su desaparición, este martes 5 de mayo, encontraron su cuerpo torturado y con signos de violencia en el municipio de Tecámac, Estado de México. Su cadáver presentaba múltiples golpes, dos heridas de arma blanca y huellas de asfixia.
Al respecto, Yamilet, prima de la víctima compartió un sentido mensaje en Facebook: “Nicolás era un niño, un niño que salía a trabajar por necesidad y lo mataron de una manera cruel. El Día el Niño un día en el que los niños reciben regalos, él salió a trabajar.
Tantos sueños truncados por un cabrón que solo tenía mierda en la cabeza … Era un niño con muchos sueños que cumplir. Descanse en Paz Nicolás Montiel Ramírez”.
Por su parte, Rebeca, la madre del niño, comentó que Nico visitaba a su abuelita en varias ocasiones debido a su avanzada edad y a las enfermedades que padecía; mientras que para Vicente, padre de Nico, es increíble la saña con la que mataron a su hijo, pues dice, era un niño de 13 años de 40 kilos de peso, es decir, un niño indefenso:
“Cuando yo reconozco el cuerpo, aún dudo que era mi hijo, pero Nico tenía señas particulares en sus pies, en sus manos y dientes, al revisar esto me cercioro de que era mi hijo. Lo ahorcaron, le dieron dos puñaladas, era un niño indefenso”, expuso el padre.
