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El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó este jueves que las nuevas pipas que adquirirá el gobierno para evitar desabasto de combustible en el futuro pertenecerán al ejército mexicano y no al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
En conferencia de prensa, el mandatario indicó que se comprarán “500 pipas, ya sean de 60 mil cada una, o mil pipas de 30 mil litros” con el fin de “garantizar una capacidad para mover 200 mil barriles diarios adicionales” a la capacidad actual.
El proceso de compra ya ha iniciado, apuntó, y está a cargo de una comisión “que está trabajando con carácter de urgente” integrada por Raquel Buenrostro, oficial mayor de la Secretaría de Hacienda; Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública; y Graciela Márquez, secretaria de Economía.
«Ellas tres van a hacerse cargo de la adquisición de estas pipas. Ya iniciaron el proceso de consulta con fabricantes nacionales y extranjeros. Ya se les va a informar en su momento, pero pronto, muy pronto, vamos a tener este equipo”.
Asimismo, confirmó que estas pipas “van a pertenecer a la Secretaría de la Defensa, porque lo estamos concibiendo como un plan de emergencia para que no tengamos desabasto de combustible ante cualquier circunstancia”.
En la actualidad, el sindicato es dueño de las pipas que abastecen de combustible a las estaciones de servicio en prácticamente todo el país.
