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Los esfuerzos del gobierno michoacano para erradicar el cambio de uso de suelo para la siembra de aguacates que afectan a la población, no son suficientes para frenar el daño al ecosistema, manifestó Juan Carlos Vega Solórzano, procurador de Protección al Ambiente (PROAM).
“Sigue siendo la problemática ambiental número uno del Estado de Michoacán, es una situación realmente alarmante”, destacó durante la entrevista.
El funcionario resaltó que la problemática no solo se da en la Región de Uruapan, ahora también existe en el sur de Morelia, después de que las huertas de la capital entraron dentro del plan de exportación 2018, se contabilizan al rededor de mil 150 hectáreas ilegales
“De nada nos sirve estar orgullosos de que en Morelia ya se puede exportar aguacate, si este se encuentra fuera de norma”, recalcó.
Vega Solórzano explicó que en comunidades vecinas donde se produce aguacate ya se sufre el problema de la falta de agua por la cantidad de líquido que necesitan los plantíos, además de la construcción de ollas de captación por parte de los agricultores.
