STAFF/@michangoonga
Hoy 13 de enero se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Depresión. En México, aún tenemos la mala costumbre de hablar muy poco sobre este padecimiento, a pesar de que es una de las enfermedades que más impide incluirse de manera normal a la sociedad y más del 15% de la población en edad laboral, la padece.
Debemos saber que la depresión puede ser causada por factores genéticos, ambientales, psicológicos y que no con “echarle ganas” solucionaremos el problema, porque a veces no se tiene la fuerza ni motivación para “echarle ganas”.
Toma en cuenta que a raíz de la pandemia por COVID-19 hubo un incremento importante en los casos de depresión, por lo que debes estar alerta si te sientes de la siguiente manera, o si alguien te ha platicado que se siente así:
- Triste o irritable sin razón aparente.
- A veces no puedes dormir o quizás duermes demasiado.
- Si tu hambre ha aumentado o por el contrario, se ha esfumado.
- Si has ganado o perdido una cantidad notoria de peso.
- Sensación de cansancio y sin energía aunque acabes de despertar.
- Dificultad o imposibilidad para concentrarte.
- Te sientes inútil, culpable o hasta con odio hacia ti mismo (a).
- Sensación de desesperanza, sin emoción por hacer planes.
- Sensación de abandono.
- Desinterés en actividades que solían gustarte, incluido el sexo.
- Pensamientos frecuentes en la muerte o en el suicidio.
Si te has sentido así o te sientes rebasado por los sentimientos de tristeza o desesperanza, habla con alguien de inmediato. Con alguien de tu confianza. No te calles: no tengas miedo de recibir tratamiento. Este suele ser terapia, medicamentos y cambios en estilo de vida, pero solo un profesional puede indicarte cuál es el mejor tratamiento para ti.
Recuerda que el miedo o la pena solo impiden que recibas ayuda y puedas cambiar tu vida.