
STAFF/ Marina Alejandra Martínez
Lo que inició como una marcha pacífica para exigir justicia por el asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, terminó en caos, decenas de elementos antimotines, gases lacrimógenos y severos destrozos en el Palacio de Gobierno.
El contingente partió de la Plaza Morelos, conocida como El Caballito, rumbo al Palacio de Gobierno, donde se desbordó la inconformidad.

“No más balazos, fuera Morena, fuera Bedolla y revocación” fueron los gritos que retumbaron en el Centro Histórico de Morelia, acompañados por pancartas que exigían el fin de la violencia y la inseguridad que aquejan al estado.

Los manifestantes, hombres y mujeres de todas las edades —incluidos menores de edad y adultos mayores—, avanzaron entre consignas y exigencias de “fuera Claudia Sheinbaum Pardo”, mientras clamaban por la restauración de la paz y la tranquilidad.
En un acto simbólico, entonaron el Himno Nacional frente a Palacio de Gobierno, como expresión de resistencia ante la violencia y la impunidad.
El ambiente se tornó tenso cuando algunos propusieron derribar la puerta principal del edificio, aunque al principio desistieron.
Sin embargo, minutos más tarde, un grupo comenzó a empujarla hasta tirarla, dando paso al ingreso de decenas de jóvenes que irrumpieron en el recinto y destrozaron oficinas, mobiliario y cuadros de exgobernadores. Incluso, sustrajeron el busto de Lázaro Cárdenas.
Durante más de treinta minutos, los inconformes provocaron daños severos dentro del inmueble histórico hasta que elementos de granaderos arribaron para dispersarlos con gas lacrimógeno, logrando finalmente controlar la situación.
Hubo algunas detenciones pero las autoridades no han precisado el número de requeridos aunque medios de comunicación documentaron la menos tres.
