STAFF/Sebastián López Mendoza – @sebaslmm
Con robos de transformadores, bombas y pararrayos, inundaciones constantes, y sin apoyo real de las autoridades, la Liga Municipal de Fútbol de Morelia enfrenta una de sus peores crisis, poniendo en riesgo, según su presidente, a más de 19 mil jugadores y dejando pérdidas que ya superan el medio millón de pesos.
La Liga Municipal de Fútbol Amateur de Morelia, que agrupa a miles de futbolistas cada fin de semana, ha sido blanco de una cadena de robos y actos vandálicos que han dañado su sistema de bombeo, riego, transformadores y pararrayos. Antonio Huerta Castro, presidente de la liga, detalló la situación crítica en la que se encuentra la unidad deportiva, así como las gestiones realizadas para evitar su colapso.
“El primer robo fue allá por donde está el depósito del pozo profundo, nos abrieron las cajas y se llevaron cables, reguladores… eso nos costó 33 mil pesos”, relató. Luego, “nos robaron una bomba que sirve para regar siete campos. La desbarataron y se llevaron todo el cobre”.
Una semana después, se metieron al sistema de bombeo del Cárcamo, de donde se llevaron tres arrancadores.
«Cada uno cuesta arriba de 30 mil pesos, y sin eso no podemos echar a andar las bombas. Como son de 50 caballos, todo tiene que estar sistematizado y no lo puede arreglar cualquiera, necesitamos un ingeniero especializado», explicó.
Las bombas son esenciales para desalojar el agua cuando las canchas se inundan, ya que la unidad funciona como vaso regulador para varias colonias. Sin ese sistema, el agua puede subir hasta dos metros y dejar los campos inutilizables por días.
La Comisión Federal de Electricidad también retiró las cuchillas de alta tensión y el medidor de luz, supuestamente por seguridad.
«Pero al dejarnos sin corriente, en una noche nos vandalizaron el transformador. Se llevaron el cobre, el aceite… dejaron todo tirado. En vez de ayudarnos, nos perjudicaron», denunció.
El sistema de pararrayos también fue vandalizado, ya que fueron tumbados tres postes y se robaron todo el cableado. Actualmente, el sistema de pararrayos no sirve, ya que se llevaron todo el sistema de tierra.
«Protección Civil ya vino, nos querían mandar un mensaje de que no se podía jugar en temporada de lluvias», relató.
Pese a los protocolos que se han implementado con los árbitros para que suspendan los partidos cuando se produzcan tormentas eléctricas, el riesgo es alto.
«Cada fin de semana les decimos a los árbitros: si se viene tormenta, paren los juegos y vámonos. Muchos jugadores se salen, pero otros se niegan a irse al campo. Ya no podemos hacer más ahí».
En este contexto, Luis Navarro, secretario de Finanzas del Estado, prometió donar un nuevo transformador para el Cárcamo.
«Ya se le mandaron las cuentas. El transformador ya está pedido. Navarro quiere venir en persona a hacer un recorrido por la unidad, ya que también se comprometió a ayudarnos con el camino y con la clínica que está abandonada», enfatizó.
Actualmente, la liga invierte más de 37 mil pesos semanales en mantenimiento, gasolina y vigilancia, con personal de seguridad nocturna y rondines constantes para proteger el equipo. Cada bomba está valuada en más de un millón de pesos, por lo que la directiva considera indispensable evitar que vuelvan a ser desmanteladas.
La denuncia formal por los robos ya fue presentada ante el Ministerio Público. Integrantes de la liga acudieron recientemente a la Fiscalía, con la esperanza de que esta vez sí reciban el respaldo de las autoridades.