STAFF/Sebastián López Mendoza-@sebaslmm
Lupita, una chica de 22 años originaria de Quiroga que presenta discapacidad física, logró que, después de más de tres años de batalla legal, pueda cumplir su sueño de estudiar la carrera que siempre deseó: Medicina, en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), gracias a la sentencia favorable emitida el pasado 28 de marzo.
«Me siento muy contenta, muy feliz, muy satisfecha, porque he querido esto desde hace mucho tiempo», expresó la futura nicolaita tras recibir la noticia de su aceptación.
Aunque la sentencia se emitió a finales de marzo, hasta casi un mes después, la universidad no había acudido a notificarle formalmente a su domicilio. Por ello, siguiendo la recomendación del abogado Santiago Orozo y su equipo, decidieron hacer entrega de la resolución directamente en la UMSNH con acuse de recibido.
“Ya no hay un porqué, la sentencia ya está”, afirmó Lupita, visiblemente aliviada y contenta por el avance.
Esta sentencia federal reconoce su derecho a la educación y obliga a la universidad a adaptar espacios para ella y para otras personas con discapacidad. Una vez que la Universidad Michoacana dio acuse de recibido, se estableció que su ingreso será en el próximo ciclo escolar, sin necesidad de volver a presentar examen.
Sin embargo, la accesibilidad sigue siendo un reto dentro de la universidad. Las rampas existentes son escasas y se encuentran únicamente en los primeros pisos o en exteriores. Muchos edificios carecen de rampas o elevadores que permitan el libre tránsito de personas con discapacidad, incluida la propia Facultad de Medicina, donde ella estudiará. Por lo tanto, espera que la Universidad Michoacana cumpla con lo establecido en la sentencia, lo cual incluye adaptar y habilitar accesos adecuados en sus instalaciones para personas con discapacidad.
«No hay que rendirse, a pesar de todo… Tenemos los límites solo en la mente», aseguró la chica, destacando su determinación para superar cualquier obstáculo.
En este sentido, la futura estudiante mencionó que le va a echar muchas ganas, aunque si le preocupa un poco cómo se moverá en las instalaciones al inicio, confía en que encontrará la forma de hacerlo. No obstante, considera que, además de adecuar los espacios físicos, a la universidad le hace falta comprensión y empatía hacia las personas con discapacidad.
«Por mi parte le voy a echar muchas ganas, voy con todo», afirmó Lupita.
