STAFF/Marina Alejandra Martínez
El coraje de cientos de mujeres se hace visible en las calles cada 8 de marzo. Rayones, cristales rotos, fuego… Para muchas, no es vandalismo, es el eco de una lucha ignorada, de un dolor acumulado.
Así lo expresó Sandra Arreola, coordinadora de la fracción parlamentaria del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en el Congreso del Estado, quien afirmó que la ausencia de justicia y el calvario que viven las madres buscadoras son el combustible que alimenta la furia en estas manifestaciones.
Aunque la diputada dejó en claro que no respalda la destrucción de inmuebles, enfatizó que el Estado ha fallado en su obligación de escuchar y atender las demandas de las mujeres.
Por ello, más que criminalizar los destrozos, dijo que se debe entender el trasfondo de esta rabia acumulada.
«No estoy de acuerdo en que se vandalice y demás, Por qué hay gente que no está involucrada, más que las instituciones de gobierno pudiera ser, pero también me pongo en el papel de las madres en ese dolor que están sufriendo, las involucradas y de las víctimas y si algo le hicieran a mi hija y yo no tuviera respuesta y no tuviera resolución por parte de las autoridades, a lo mejor es mi desesperación, es el único modo en hacerme escuchar o por lo menos desfogar un poco esa rabia, me pongo en el lugar de ellas, sí las entiendo», indico.
Propietarios de negocios y viviendas, quienes nada tienen que ver con las omisiones de las autoridades, ven afectados sus patrimonios a causa de la furia desbordada.
Muchos de ellos, aseguró, también son solidarios con la causa, pero se ven atrapados en medio de esta batalla.