STAFF/Marina Alejandra Martínez
Los dirigentes estatales de los partidos políticos pequeños, comúnmente conocidos como la «chiquillada», no lograron obtener su «huesito» en la 76 Legislatura.
A pesar de sus intentos por asegurar pegarse a la ubre presupuestal los próximos tres años, quedaron fuera de la asignación de diputaciones de Representación Proporcional en las circunscripciones plurinominales.
El moribundo Partido Encuentro Solidario (PES) no alcanzó para darle una rebanada del pastel a su dirigente, Eder de Jesús López García.
La misma suerte corrió, Michoacán Primero, dejando fuera a su líder, José Antonio Plaza Urbina.
El partido creado por el líder transportista José Trinidad Martínez, Tiempo X México, también quedó fuera, sin lograr asegurar una curul para su hija y también presidenta del instituto político, Karla Martínez Martínez.
Por último, Más Michoacán, no consiguió un escaño para el exmandatario, Jesús Reyna García.
Esta situación refleja la dificultad de los partidos pequeños, para mantenerse vigentes en el panorama político estatal, enfrentando desafíos significativos en la lucha por representación y recursos.