STAFF/@michangoonga
Sucedió en China… Un chavo que se encontraba viajando, compró a bordo de carretera un simpático cachorro; el vendedor le indicó que el peludito negro era un mastín tibetano. Su Yun estaba feliz con su nuevo amigo, hasta que empezó a notar que el lomito comía mucho y parecía no saciarse nunca.
Algo que también sorprendía a Su Yun, era lo rápido que su peludo compañero estaba creciendo, además de que era muy hábil caminando sobre sus patas traseras. El dueño del “lomito” recordó que todos los días, el perrito se comía una caja de frutas y dos cubos de fideos.
Con el paso del tiempo, el chico y su familia pasaron de sospechar, a confirmar que la mascota que habían adquirido no era un perrito mastín tibetano, ¡sino un oso! Por lo que decidieron reportarlo a las autoridades forestales locales. Ellos lo enviaron al oso a un centro de rescate y protección, en donde determinaron que “el perrito” era un oso asiático negro.
Esta especie es una especie protegida en China, por lo que la familia recibirá una sanción, aunque las autoridades declararon que esta será mínima, debido a que han cooperado en todo lo posible.
