STAFF/ Margarita Arreola-@arreolamargui
El tema que ha generado polémica en los últimos días es el uso de los cañones antigranizo a los que se responsabiliza de alterar el ciclo de la lluvia en las comunidades michoacanas, sin embargo, no hay evidencia científica que compruebe que el uso de esta tecnología para el campo sea lo que está dañando al medio ambiente sobre todo ahuyentando la precipitación pluvial.
La Procuraduría del Medio Ambiente (PROAM), mencionó que los cañones antigranizo tienen que tener un permiso de impacto ambiental para poder utilizar gas acetileno para accionar la onda sonora que tiene como objetivo descomponer el granizo en agua más no para la caída de lluvia.
«La tecnología que funciona con gas acetileno en más de 500 kilos emite una onda sonora que tiene como objetivo descomponer el granizo en lluvia más no espantar la lluvia, en en 5 años no hemos encontrado evidencias científicas de que el uso del cañón ahuyente las lluvias», precisó el titular Juan Carlos Vega Solórzan.
El uso de esta tecnología antigranizo no daña al medio ambiente y tampoco alteran el ciclo de la lluvia, defiende Mario Espinoza Mier, representante de la empresa Sistema Meteorológico y Angranizo de Michoacán (SMA), quien además menciona que al menos los artefactos que ellos instalan para proteger los cultivos cuentan con certificación de la Secretaría del Medio Ambiente Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet).
«Contamos con una central remota de monitoreo que da seguimiento a las formaciones de tormentas con granizo y solo entonces prendemos el cañón (…) según investigaciones de la Universidad de Guadalajara y la CONAGUA, quienes, en un estudio sobre la franja aguacatera de Tacámbaro a Peribán, revisando las zonas donde hay y no cañones antigranizo dieron la conclusión que no hay alteración al ciclo de la lluvia y tampoco hay daño al medio ambiente», comentó en entrevista.
Por otra parte, en un artículo publicado por la Universidad Autónoma de México (UNAM), se compartió información en la que se resalta que contra la lluvia es considerado un sueño de los humanos aún lejos de la realidad.
La instancia de mayor prestigio en el ámbito académico pone en duda la utilidad de éstos artefactos ya que no está científicamente comprobado que en realidad logren su objetivo.
«Pensar que realmente sirven para prevenir dichos acontecimientos es un mito, un acto de fe», según Fernando García, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM.
Sin embargo, las comunidades locales se han quejado y denunciado en reiteradas ocasiones antes las autoridades ambientales del uso de los cañones antigranizo porque consideran que espantan las lluvias dañando sus cultivos y ocasionando sequía, tal hartazgo llegó a su límite ayer cuando campesinos y ganaderos cortaron una huerta de aguacate y desmantelaron un cañón en el municipio de Peribán.
