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Un movimiento que surgió en Francia en 1975 se extendió por todo el mundo para buscar garantizar y proteger los derechos de las personas que se dedican al trabajo sexual, y que se sigue luchando para que las autoridades lo contemplen dentro de la agenda pública.
En la ciudad de Morelia existen al menos cuatro asociaciones legalmente establecidas que representan a sexoservidoras con la finalidad de tener mejores condiciones para desempeñar esta actividad bajo las condiciones de salubridad y seguridad para los clientes.
Pamela Cruz Orihuela, representante de la asociación civil Monarcas Libertad, refirió que en la capital de Michoacán se realiza una constante lucha para tratar de dignificar el trabajo sexual, ya que aún existe un abuso del poder y hostigamiento por parte de algunas autoridades.
Reconoció que la brecha se acorta poco a poco gracias a la voluntad de los titulares de varias dependencias estatales y municipales, mismos que aceptan dialogar para trabajar en conjunto, al igual que a lo largo de los años se han acercado legisladores para ayudar en el tema, pero pocos se han logrado plasmar un cambio significativo.
Pamela puntualizó que en Morelia se vive una doble moral, mientras de día satanizan a las trabajadoras sexuales, de noche van a buscarlas para satisfacer sus deseos mediante el placer.
La activista resaltó que hoy en día no solamente se paran en las esquinas a la espera de algún cliente, también realizan labores en favor de la sociedad, como talleres de educación sexual, pláticas de prevención de enfermedades y control de transmisión de VIH.
“Nosotras enseñamos y resolvemos las dudas de los adolescentes que sus papás en casa evitan responder”, refirió durante la entrevista realizada la madrugada de este lunes.
Pamela Cruz señalo que este 2 de junio se conmemora el Día Internacional de la Trabajadora Sexual, pero aún existe mucha labor para que a cada una de ellas se les otorguen las condiciones necesarias para llevar a cabo su actividad.
Recalcó que están presentes los crímenes de odio contra la comunidad trans y que las propias autoridades se niegan a aceptar, dejando en la opacidad un tema recurrente en los últimos años en Michoacán.
Ante esta conmemoración pidió crear mejores políticas públicas para dignificar el trabajo sexual en la entidad, alzó la voz para pedir que los policías dejen de hostigar, amenazar y violentar los derechos de las sexoservidoras y los clientes.
En la ciudad de Morelia existen al menos tres zonas de tolerancia para la práctica de la labor sexual, en las inmediaciones del templo del Carmen, alrededor de la antigua central, y en Carrillo, siendo esta última una de las más transitadas.
El equipo de Changoonga.com platicamos con las trabajadoras sexuales de la plazuela de Carrillo, quienes coincidieron en que se sujetan a ciertas medidas para poder desempeñar su actividad, desde la vestimenta, tener buen comportamiento para no ofender a vecinos y transeúntes, y lo más importante, tener revisiones médicas constantes.
Indicaron que tienen buena coordinación con los servicios públicos de salud, atienden todas las recomendaciones, pero es necesario contar con un especialista endocrinólogo ya que actualmente no existe quién las asesore para el uso de hormonas.
Mientras realizamos este reportaje nos dimos cuenta que varios automovilistas se acercan a preguntar por los servicios, algunos gritan piropos a las chicas quienes voltean con una sonrisa coqueta, los propios ciudadanos han cambiado la forma de ver a las trabajadoras sexuales, poco a poco disminuyen los actos de agresión.
También dimos cuenta que Carrillo es una de las zonas en las que más unidades de policía transitan, al menos cada diez minutos pasa una unidad ya sea estatal o municipal, en ocasiones se acercan y preguntan si necesitan algo, en otras se quedan apartadas esperando posiblemente “un cliente” para sancionar.
Ante todo lo anterior, la lucha es incansable por parte de varios activistas de la entidad en busca de dignificar el trabajo sexual, además de romper las cadenas de la trata de personas, ya que cada una es dueña de su cuerpo, en ese sentido no se realiza un combate frontal, sino que se apela a conciencia para otorgar la libertad de decisión.
Mientras tanto la doble moral será parte de los morelianos que encuentran en las calles el placer sexual, la práctica y la educación de prevención que no existe en las escuelas.