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Este miércoles mediante comunicado de prensa la Fiscalía General de la República (FGR) informó de la detención de seis agentes federales al cumplimentar mismo número de órdenes de aprehensión contra agentes de la Policía Federal (PF) involucrados en la ejecución extrajudicial de 16 civiles el 6 de enero de 2015, conocida como “La masacre de Apatzingán”.
El Juez Octavo de Distrito de Procesos Penales Federales en Michoacán, con sede en Uruapan, fue quien giró las órdenes de aprehensión por la probable comisión de los delitos de homicidio y en cuatro de dichos mandamientos, también por homicidio en grado de tentativa.
Al respecto la FGR informó que la Policía Federal en todo momento colaboró y facilitó al Ministerio Público Federal (MPF) las condiciones para que dichos agentes fueran aprehendidos en sus propias instalaciones.
La dependencia externó que en una primera acción, los elementos de la PFM aprehendieron en la alcaldía Coyoacán a Israel “S” y Antonio “S”; de manera simultánea requirieron a Heriberto “C” y Jorge “C fueron detenidos en la alcaldía Miguel Hidalgo; y finalmente detuvieron a Rodrigo “G” y Juan “G” se les capturó en la alcaldía Azcapotzalco.
La media docena de detenciones se produce más de cuatro años después de que, la madrugada del 6 de enero cerca de 100 integrantes y simpatizantes de las fuerzas rurales G-250 se encontraban en los portales del Palacio Municipal de Apatzingán para protestar por la disolución del grupo de autodefensas por parte del comisionado federal de Seguridad en turno, Alfredo Castillo
Dicho grupo se formó con la aprobación del gobierno federal para dar con el paradero de Servando Gómez “la Tuta” por lo que los policías comunitarios exigían que se les pagara por sus servicios, de acuerdo con la investigación de la periodista Laura Castellanos.
Los testigos sobrevivientes cuentan que sólo seis de los policías comunitarios estaban armados, pero todos obedecieron las órdenes del líder del G-250, Nicolás Sierra “el Gordo” actual cabecilla de Los Viagras, de bajar sus armas, ante lo cual los agentes federales les ordenaron que levantaran las manos y procedieron a acribillarlos.
En su momento el entonces comisionado para la Seguridad y el Desarrollo de Michoacán, Alfredo Castillo, aseveró que se trató de un “fuego cruzado”.