
STAFF/ Marina Alejandra Martínez
El presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, advirtió que el asesinato del líder limonero de Apatzingán, Bernardo Bravo Manríquez, representa una evidencia contundente de que los tres órdenes de gobierno han sido superados por la delincuencia.
Al pronunciarse sobre el hecho, Manzo consideró que este “cruel homicidio” debe marcar un antes y un después en la política de seguridad nacional, a fin de recuperar la paz y la estabilidad social en el país.

“Yo creo que en muchas partes del país las autoridades están rebasadas y es momento de cambiar el rumbo, no solamente municipales, estatales, sino también el gobierno federal, y es muy importante que esta situación que está pasando sea un parteaguas para regresarle la estabilidad política y social al pueblo de México”, señaló.
El alcalde calificó el crimen como un “cobarde asesinato” que ha causado indignación en todo Michoacán.

Recordó que, aunque lo conoció por poco tiempo, Bravo Manríquez fue un hombre honesto, un luchador social y un joven determinado a mejorar las condiciones de la región de Apatzingán.
“Que Dios lo tenga en su gloria y se haga justicia”, expresó con evidente pesar.
