STAFF/Marina Alejandra Martínez
Integrantes del Comité de Defensa Ambiental de la comunidad de Ziparapio el Alto, en el municipio de Acuitzio del Canje, denunciaron que los nuevos asentados aguacateros, presuntamente respaldados por el crimen organizado y la inacción de las autoridades, están saqueando la riqueza hídrica de la región, dejando a miles de habitantes sin acceso al agua.
En conferencia de prensa, Pedro Ángel Molina y Buenaventura Molina Hurtado, detallaron que la comunidad enfrenta un severo desabasto de agua, debido a la perforación de pozos que abastecen las huertas de aguacate.
Indicaron también que esta problemática se agrava por la tala clandestina en los bosques de la región, realizada por grupos poderosos que transforman estas áreas en plantaciones.
La afectación no solo golpea a Ziparapio el Alto, sino también a municipios vecinos como Villa Madero. Pese a interponer al menos dos denuncias, las autoridades han sido omisas, afirmaron los denunciantes.
Un ejemplo de esta negligencia es la clausura de una olla de captación de agua que sigue operando a pesar de los sellos oficiales.
«Nos sentimos abandonados por las autoridades, solo van a exponer sellos de clausura, pero las ollas de agua y pues siguen funcionando acaparando agua de forma desmedida», denunciaron.
Los activistas también señalaron a la Fiscalía General del Estado (FGE) de ser permisiva y no actuar para frenar las actividades ilegales.
Sin embargo, destacaron que la comunidad ha logrado detener, por su cuenta, al menos tres máquinas utilizadas para perforar y drenar el agua hacia las huertas.
