Hechos y deshechos… ¡Ni nos vamos a dejar, ni nos vamos a rajar!
“No voy a defraudar a la gente. Sé lo que quiero. Tengo formación. Vengo desde abajo, muy de abajo, y sé lo que se sufre abajo en la casa, en la familia”.
Escribe: Javier Lozano
La historia de la definición política en Morena todavía no se escribe; hace falta mucho camino por recorrer para seguir convenciendo a la población civil. Sin embargo, Ricardo Monreal es visto, desde este momento, con un actor políticamente capaz de vencer cualquier adversidad y superar, como se ha presentado, todos los obstáculos para llegar a la anhelada candidatura del 2024 ante la notable fuerza que logra acumular con el paso de los días.
A estas alturas, Ricardo Monreal ha dejado claro que está preparado y listo para enfrentar el proceso interno de Morena siempre y cuando existan las garantías en demostrar claridad en los mecanismos que servirán de juicio para determinar quien abandera el proyecto lopezobradorista.
Pero mientras ese momento llegue, se ha vuelto común el nombre de Ricardo Monreal en la agenda pública. De esta manera su nombre ha llegado a todos los rincones del país porque siempre es muy interesante conocer su punto de vista de los temas dominantes.
Entonces, hablar hoy de Monreal, es asociarlo al juego presidencial en que precisamente se sitúa el coordinador de los Senadores de Morena que, eso sí, lucha contra las propias barreras que intentan frenarlo de cualquier forma, y alguna coyuntura que se preste para sacarle provecho.
Sin embargo, Ricardo Monreal es mucho más fuerte de lo que muchos creen. No cualquiera resiste la asfixiante estrategia de segregación como él para intentar descarrilar su aspiración legítima de competencia en Morena cuando nos referimos a todos aquellos hechos que acontecen a diario. No hay ninguna justificación para ello más allá de la diferencia de criterio de un movimiento plural que tiene que ser tolerante ante la opinión y la crítica.
Pero no ha sido equitativo el trato ni mucho menos el impulso que, a comparación de otros aspirantes, existe. Empero, Ricardo Monreal es, políticamente, un actor maduro y experimentado; su larga experiencia en más de 40 años de carrera política lo ha hecho un hombre capaz de sobreponerse a cualquier desafío por mayúsculo que sea, incluso cuando parece devastador en efectos mediáticos.
“No tengan miedo, no tengan temor, enfrentémonos con razones, demos el debate en las redes demos el debate en los medios de comunicación, en la calle, en el barrio, con el vecino, en el trabajo. Nos asiste la razón histórica, nos asiste la razón moral”.
Con esa seguridad y confianza se presentó ante una multitud que lo acompañó el sábado en un espacio público de la delegación Cuauhtémoc. En ese ánimo positivo, el Senador Monreal se dijo listo y preparado para defender su legítimo derecho de participar no solamente porque es militante y fundador, sino que la misma historia lo ha puesto en ese camino como promotor de la lucha democrática del país.
De hecho, él mismo comentó que todas las reformas que han hecho han sido producto de nuestro movimiento, fueron propuesta del candidato en ese momento, ahora Presidente, Andrés Manuel López Obrador, y las hemos llevado a ser letra vigente, Constitución viva, derecho vigente y positivo.
Eso habla de responsabilidad y congruencia política, pero igualmente de lealtad al proyecto de transformación cuya esencia del movimiento ha echado raíces también con la colaboración de Monreal que encaró desde la resistencia hace algunos años.
Por ello y por muchas razones tiene todo el derecho de participación porque, además de esperar con ansia ese momento, su estructura política está nutrida de un inmenso respaldo social. De hecho, el sábado se concentraron jóvenes, mujeres, deportistas, profesionistas, comerciantes y todos aquellos que creen en el proyecto de Reconciliación Nacional en que, el propio zacatecano, dijo muy seguro que no defraudará ya que él mismo padeció lo que es venir desde abajo.
Y de todo ello hemos sido testigos porque, su carrera política, es intachable. No tiene negativos, ni muchos menos escándalos. Su congruencia es una de sus mejores virtudes, lo mismo que su tenacidad a pesar de vivir, en este instante, una clara estrategia de exclusión. No obstante, se necesita mucho más para doblegar a Ricardo Monreal que jamás se rinde.
Finalmente, dijo estar tranquilo y sentirse orgulloso de su origen; asimismo, convocó a todos a cerrar filas, a estar juntos para lograr un México mejor, un México igualitario y un México más justo, porque en este Movimiento ni nos vamos a dejar ni nos vamos a rajar.