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Acostumbrado al control que ejerce el crimen organizado en Jalisco, el párroco de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, aseguró que la semana pasada fue retenido y cuestionado por los integrantes de un grupo delictivo que acechan el norte del estado, sobre las próximas fiestas patronales.
Ortega aseguró que en su detención lo interrogaron sobre su origen, ocupación, y lugar de destino. Después de esto, tuvo que pedir la autorización del evento al jefe de plaza, quien le exigió el pago del 50 por ciento de lo recaudado en la festividad.
“A todos los que pasan les hacen lo mismo, lo que yo digo es por qué, con qué autoridad un grupo del crimen organizado te obstruye, te detiene y te investiga, ¿por qué?”, cuestionó Robles Ortega
Tanto para la comunidad religiosa como la población, se ha vuelto costumbre apreciar los retenes y campamentos que mantienen los grupos antagónicos ubicados en la región tapatía que colinda con Zacatecas.
De acuerdo a las declaraciones de Robles Ortega, también el obispo de Zacatecas fue detenido el pasado viernes 24 de junio, en un operativo armado mientras circulaba por la carretera en los limites de Jalisco y Zacatecas.
El arzobispo José Francisco, se presentó ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ), y pidió a las autoridades, le otorguen seguridad a las personas que habitan en esta entidad.
Ante esto, la Comisión de Derechos Humanos de Jalisco, solicitó a los tres ordenes de gobierno, reforzar la vigilancia en las zonas donde hay mayor presencia de los Cárteles de Jalisco Nueva Generación y Cártel de Sinaloa ya que los indígenas wixaritari han resultado mayormente afectados por los asaltos, desapariciones y asesinatos cerca de la comunidad.
