STAFF/@michangoonga
Una usuaria de Facebook, compartió en sus redes sociales un amargo momento que vivió en las calles del Centro Histórico de Morelia, pues sufrió acoso callejero por parte de un hombre que terminó por subirse a uno de los camiones que se dirigen al poniente de la ciudad.
Fue el día de hoy cuando la joven identificada como Lizbeth C. Hizo público su caso, y aseguró que el sujeto la persiguió por varias calles, llenándola de miedo y frustración.
Señaló que por fortuna, al llegar al Oxxo que está en las inmediaciones del obelisco a Lázaro Cárdenas se encontró con otra chica que le ayudó a encarar a su agresor.
«Hola chicas bueno, les platico que me sucedió ayer para que tengan mucha precaución en pleno centro histórico de Morelia.
Cómo eso de las 7pm decidí caminar del mercado de dulces hasta el monumento. Quería despejarme, vi mucha gente caminando entonces me sentí muy confiada. Desde el restaurante Mechuacan un hombre moreno, complexión delgada, tatuado, playera azul, pantalón mezclilla, tenis blancos y una gorra me parece gris. Empezó a acosarme y a seguirme. Al inicio dije «me voy hacer un lado para que se vaya», porque estaba a un metro de mí. Aceleré el paso y él también. La gente que estaba frente mí se percataron, pero hicieron comentarios tipo, «ya perdona a tu hombre». Yo les dije, «¿Qué? Pero yo no lo conozco». Este hombre siguió el juego y decía «perdóname». Me veía morbosamente. Me tocó mis pechos, me dijo «se va pudrir ese tatuaje Reyna». A la altura de D’Luo es cuando decido correr y alcanzar personas. No sé porqué carajos pensaban que estaba jugando. Corrí a la plaza donde siempre hay personas bailando frente IMSS. Según yo lo perdí. Espere un momento. Cuando decido seguir , me doy cuenta que aún me seguía. Él ya sabía que yo ya sabía. Cuando doy la vuelta para querer enfrentarlo él entró a un expendio y me dijo. «Vas a ser mía».
Yo corrí a dónde hubo más gente. Con modo habían como 6 personas esperando el camión frente al Oxxo.
Una chica se dio cuenta de todo y lo enfrentó. Me pareció conocerla no sé, yo le pedí su número porque estaba muy paranoica. Ese hombre venía hablando con alguien y decía «hoy vamos a comer bien rico». Pensé lo peor. Que estaban muy al pendiente de mis movimientos. Le pedí su número a la chica y estuvo al pendiente. Le tomó fotos al hombre ese.
Al final el cobarde se subió al camión. Llegué con bien a casa. Adjunto evidencia.»