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La Iglesia Católica en Michoacán también enfrenta problemas financieros derivados de la contingencia sanitaria del COVID-19, tras suspender las celebraciones religiosas masivas para evitar la propagación de la enfermedad, manifestó el Arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos.
El líder católico puntualizó que se ha visto mucha solidaridad entre las diferentes parroquias de la entidad, ya que se apoyan entre ellos para hacer frente a la situación, esto con el principal propósito de seguir ayudando a la sociedad en las diferentes poblaciones.
“La falta de celebraciones públicas afecta la economía”, resaltó durante la videoconferencia celebrada esta mañana con diferentes medios de comunicación de la capital michoacana.
El Arzobispo apunto que durante todo mayo se tiene una cancelación de misas para conmemorar aniversarios y otras que no implican mucho interés por parte de los creyentes.
Garfias Merlos refirió que ante esta crisis económica que enfrenta la Iglesia, no frenarán las actividades sociales, como el apoyo a los que más lo necesitan.
