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Es una tontería que casas que están cerca del Campestre hayan sido afectadas por la construcción del Ramal Camelinas, destacó Florentino Coalla Pulido, por lo que obra no debe retrasar más su apertura, asentó.
“Hay cuatro o cinco casas que… están cerca del Campestre, es decir, no se a cuantos kilómetros de aquí, es una tontería, no hay manera de que esas casas puedan ser afectadas por cualquier cosa de la obra”
El director del Centro SCT en Michoacán, manifestó en conferencia de prensa, que se han cumplido con todas las observaciones hechas por la presidencia municipal actual para que el Ramal Camelias sea entregado sin ningún problema, argumentando que de las 927 viviendas censadas previo a las explosiones, solo 36 fueron objeto de peritajes a cargo de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
“Los 36 peritajes salieron negativos y lamentablemente de esas 36, únicamente 6 personas pudieron cumplir el protocolo para poderles hacerles su reparación, pero en todas, y esto es importante recalcarlo, en todas, los peritajes del perito de la Universidad Michoacana salen negativos, es decir, que no hay daños estructurales y que las afectaciones no son a consecuencia de la obra” asentó.
La última lista en la que se refiere a la afectación de 27 viviendas, comentó, se mandó y circuló solo en medios y redes sociales.
Lo importante, insistió el funcionario, “son lo morelianos, cumplirle a la ciudadanía y eso es lo que estamos haciendo”, al entregar la obra al gobierno estatal, el cual, aseguró, está en la mejor disposición de hacerse cargo de los gastos de operatividad del Ramal, los cuales equivaldrían a 1 millón 700 mil pesos anuales aproximadamente.
En este sentido, Coallá Pulido se deslindó de la insuficiencia que el drenaje tendrá con la concentración de agua pluvial en las vialidades contiguas al Ramal, eso dijo, es responsabilidad del municipio, reconociendo que “el drenaje será insuficiente en la zona” ya que se abra la circulación.
Sin embargo, precisó que se construyó una obra de alivio para captar los escurrimientos superficiales, los cuales son descargados hacia la barranca del Río Chiquito, evitando así la concentración pluvial del Ramal hacia la zona urbana.
