
STAFF/ Marina Alejandra Martínez
El dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Guillermo Valencia Reyes, arremetió sin contemplaciones contra el alcalde de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, a quien calificó como un “mequetrefe” y “dama de compañía” del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
En su rueda de prensa semanal, Valencia no sólo acusó a Martínez de ser un «palero» de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), sino que fue más allá al recomendarle tomarse los orines del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, “para que aprenda algo” luego de que el edil moreliano presumió una foto junto a su homólogo uruapense..
“Morelia aparece las tinieblas de un gobierno indiferente porque esto no tiene mucho en Morelia, tiene poco más de 3 años casualmente cuando llegó el mequetrefe que está de alcalde a gobernar la ciudad, ahora que anduvo en Uruapan le hubiera pedido una ración de orines al alcalde, para hacer lo que se tiene que hacer contra los delincuentes”, reprochó Valencia.
En contraste, reconoció que Manzo sí ha demostrado tener disposición para enfrentar al crimen organizado. Según Valencia, el alcalde moreliano habría pactado con el gobernador morenista en las elecciones pasadas, y ahora, como evidencia de esa negociación, se comporta como su “dama de compañía”.
«El PAN estuvo en contra de ir a votar, pero Alfonso le valió madre y fue y votó, o sea él trae su ruta y le vale madre lo demás, por eso en mi construcción con rumbo al 2027 no está el señor Alfonso Martínez, él es empleado de Morena, es palero del gobernador, eso es, y él me acusaba a mí pero no ni madres el tiempo puso a cada quien en su lugar, el que pactó con el gobernador se llama Alfonso Martínez Alcázar y ahí están los hechos porque anda de dama de compañía del gobernador», arremetió.
Aseguró que los hechos “hablan por sí solos” y refrendó su crítica directa a lo que llamó una complicidad evidente.
El dirigente priista también sostuvo que él ha tenido el valor de denunciar a quienes asesinan personas inocentes, revelando incluso sus identidades, mientras que el gobierno municipal ha preferido callar, guardando una peligrosa omertá frente al crimen.