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Reportaje Acusa A Higuera De Mentiroso, Estafador, Tranza Y Un Corrupto Que Se Aprovecha Del Atlético Morelia

STAFF/@michangoonga  

“En Michoacán, el fútbol se ha transformado en una mascarada financiada con recursos públicos y manipulada por un empresario cuya trayectoria está marcada por escándalos y engaños”… es la forma en que inicia un reportaje publicado este jueves por el medio de comunicación de alcance nacional “Étcetera” en su portal web en el cual descalifica a José Luis Higuera, presidente del Club Atlético Morelia, y lo señala de diversas estafas y mentiras para hacerse del control del equipo, principalmente con dinero del erario público de Michoacán.

Sin que tenga la firma de algún periodista si no escrito por la Redacción de dicho medio, la publicación da el contexto del pasado de Higuera en las Chivas exhibiéndolo como un muy mal directivo, remarcando que “el propio Vergara (Amaury) lo acusó públicamente de fraude, señalando que Higuera se habría apropiado de hasta 50 millones de pesos durante su gestión en el club rojiblanco, reportó ESPN”.

Y repone que “Investigaciones de medios como TUDN y Dallas News reportan que Higuera ha sido objeto de denuncias por fraude financiero, acoso laboral y comportamiento impropio durante su paso por el fútbol mexicano”.

Tras lo cual el texto expone que hay un “negocio oscuro detrás del Atlético Morelia”, rememorando que tras “el éxodo de Monarcas a Mazatlán en 2020, la plaza futbolística de Morelia quedó vacía”, y entonces señalan a gobernadores como sus “patrocinadores” para ganarse el equipo:

“El gobierno de Michoacán, encabezado entonces por Silvano Aureoles, otorgó su respaldo a Higuera para instalar una nueva franquicia en la Liga de Expansión, basada en el proyecto que anteriormente operaba en Zacatepec.

Una condición clave fue la integración de inversionistas michoacanos, sugeridos incluso por el entonces secretario de Gobierno, Carlos Herrera. Sin embargo, el trato resultó ser una trampa: Higuera jamás permitió que estos socios se convirtieran formalmente en accionistas certificados. Alegó que no cumplían con requisitos de la Liga MX, pero no inició ningún proceso real de certificación. Fue un montaje”, señala Étcetera.

Y expone que a algunos de estos inversionistas “como Gabriel Villaseñor Zurita o Raymundo López, Higuera les devolvió lo aportado… con dinero del propio club, no de su bolsillo. Así, el empresario no solo evitó diluir su participación, sino que convirtió a exsocios en meros acreedores, prometiéndoles una reintegración que nunca ocurrió”.

El reportaje asevera además que hay dinero público “detrás del circo” de Higuera explicando que “el caso no sería tan alarmante si se tratara de una operación privada. Pero no lo es. El Atlético Morelia funciona con recursos del gobierno estatal. Durante la administración de Silvano Aureoles y ahora, actualmente el estado ha inyectado entre 15 y 20 millones de pesos anuales al club, de forma discrecional y opaca. Estos apoyos incluyen pago de nóminas, mejoras en instalaciones e incluso entregas en efectivo, todo fuera de cualquier transparencia pública”.

Sentencia que la gravedad del caso aumenta “porque la ley prohíbe expresamente el financiamiento público a entidades deportivas con fines lucrativos, como lo es el club operado por Higuera”.

Finalmente lo catalogan como un “empresario” -entrecomillado- “sin escrúpulosasegurando que José Luis Higuera “ha demostrado ser un operador hábil, pero sin ética. Ha engañado a inversionistas, ha sido acusado de fraude por empresarios y exjugadores, ha manejado recursos públicos sin transparencia y ahora controla un club con dinero de los michoacanos sin rendir cuentas a nadie”.

Finalmente refiere que lo que ocurre con el Atlético Morelia “es más que una anécdota del fútbol mexicano. Es un caso de corrupción disfrazado de gestión deportiva. Un ejemplo más de cómo los intereses personales y políticos terminan por prostituir el deporte y exprimir el bolsillo ciudadano.

Mientras tanto, Higuera sigue al frente del equipo, operando desde la impunidad, bajo la protección de un gobierno estatal que prefiere voltear la mirada” concluye.

Al momento el directivo aludido no ha dado su postura al respecto de la publicación.

La publicación original en cuestión en el siguiente link:

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