STAFF/ Marina Alejandra Martínez
La regidora de MORENA Mariana Orozco, protagonizó un enfrentamiento con la periodista Dalia Villegas y el medio Quadratín durante la rueda de prensa semanal de dicho partido, cuando la funcionaria no soportó una pregunta incómoda y desató una serie de ataques verbales que derivaron en un choque con representantes de distintos medios de comunicación.
Todo inició cuando Villegas cuestionó a Orozco sobre su postura cambiante frente al presidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar.
Mientras públicamente la regidora ha criticado sus decisiones, en el Cabildo vota a favor de sus propuestas, incluidos los paquetes fiscales.
La pregunta descolocó a la regidora, quien lejos de responder de manera política, arremetió contra la periodista acusando al medio Quadratín de tener “intereses económicos afectados” que motivaban preguntas tendenciosas.
«Por supuesto que íbamos a votar en contra de todo eso se pueden checar en las actas del ayuntamiento que están en la página de transparencia, la sesión de la que tú hablas es del último trimestre, esa no presenta irregularidades y es en donde le bajé el presupuesto a medios de comunicación de 55 le disminuí 30 millones de pesos, no iba a votar en contra de algo que yo estoy bajando a los medios de comunicación, pero entiendo tu postura, porque inclusive Quadratín, tiene convenio con el ayuntamiento de Morelia y por supuesto que se ven perjudicados intereses de ciertos medios de comunicación, lo entiendo pero por eso no voy a dejar de denunciarlo», embistió.
Antes del ataque, Orozco había presumido en su intervención que gracias a su presión, el presupuesto destinado a convenios con medios de comunicación se redujo de 55 a 25 millones de pesos, reasignando 30 millones para la Policía Municipal y Servicios Públicos.
Aprovechó el micrófono para lanzar críticas al alcalde por priorizar convenios de agua con zonas exclusivas como el campo de golf Altozano, dejando de lado a las colonias populares.
Lejos de intimidarse, Villegas replicó que, tras 13 años de trayectoria periodística, no tenía injerencia en los acuerdos que sus superiores pudieran establecer con los poderes públicos, aclarando que su pregunta no tenía tintes políticos, ni económicos, sino un propósito estrictamente informativo.
Forzada por la presión de la prensa presente, la regidora morenista ofreció una disculpa condicionada: “Si se sintió ofendida, le pido una disculpa”, dijo, aunque no sin antes exigir respeto a la periodista.
El episodio provocó una reacción inmediata entre los reporteros, quienes exigieron respeto a la libertad de expresión y recordaron a la regidora su deber cómo servidora pública de responder sin ataques a las preguntas de los medios de comunicación.
Al final, lo que debió ser un ejercicio de rendición de cuentas se convirtió en un incómodo recordatorio del tenso vínculo entre MORENA y la prensa crítica, evidenciando una vez más la intolerancia de algunos políticos a ser cuestionados públicamente.
Nota al margen
La que suscribe, Marina Alejandra Martínez, trabajadora de Changoonga, manifiesta su rechazo total a esos políticos que, en un acto de doble moral, se visten de paladines irreductibles de la libertad de prensa cuando les conviene, pero muestran su verdadero rostro cuando el cuestionamiento les incomoda.
Son los mismos que aplauden la crítica mientras no roce sus intereses, pero en cuanto las preguntas revelan sus contradicciones, adoptan un pragmatismo cínico y arremeten contra los medios con furia desmedida, desacreditando a periodistas y desviando el foco con acusaciones infundadas, olvidando que el verdadero ejercicio democrático se sostiene en la rendición de cuentas, no en el ataque al mensajero.