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Con 171 votos a favor pero 1339 en contra falló la propuesta del gobierno de Michoacán para darle autonomía a la tenencia moreliana de Capula con lo cual se independizaría presupuestalmente de la capital michoacana.
En medio de una guerra mediática y de terreno, casa por casa colonia por colonia, luego de una intensa asamblea, la tarde noche de este jueves los y las capulenses determinaron votar a mano alzada por la negativa para que el gobierno estatal le entregara directamente recursos de presupuesto ante la advertencia del alcalde Alfonso Martínez que ello implicaría que el Ayuntamiento dejaría de dotar servicios a esa población ubicada al poniente de la ciudad.
En medio de porras y gritos de “¡sí se pudo sí se pudo” el bando ganador además cuestionó a la autoridad de la tenencia sobre la falta de consenso entre los vecinos para solicitar dicha autonomía presupuestal basándose en las leyes de usos y costumbres.
«¿Están de acuerdo con él con autogobernarse mediante el ejercicio del presupuesto directo una vez que la comunidad haya cumplido con los requerimientos y trámites fiscales necesarios para recibirlo?», por el sí 171 por el no mil 339.
¿Están de acuerdo con ejercer todas las funciones de gobierno establecidas en el código y en la ley orgánica municipal y que se transfiera la comunidad a parte proporcional conforme al criterio poblacional de los fondos correspondientes?, por el sí 88 por el no mil 331″, fueron los resultados emitidos por el Instituto Electoral de Michoacán (IEM).
Luego de una acalorada discusión entre cientos de pobladores de Capula que rechazaban este proceso, decenas que sí lo querían y autoridades que trataban de exponer en qué consiste un presupuesto directo, por fin pudo realizarse la votación correspondiente.
«¡Sí se pudo!» Y «¡El pueblo unido, jamás será vencido!» Podía escucharse por toda la plaza principal mientras aplaudían los resultados.
Desde pasadas las 4 de la tarde comenzaron a verse en plaza principal decenas de pancartas rechazando el autogobierno, al tiempo que gritaban consignas como «¡Capula no se vende!».