STAFF/César Hernández – @CesarHdzNoti
La gastronomía moreliana nos sorprende cada día más, con las diferentes combinaciones de los antojitos tradicionales y los nuevos productos del mercado, en esta ocasión, Gaspachos El Güero de la Merced y el Mero Habanero se unen para fusionar sabores.
El día de hoy salimos a las calles del Centro Histórico para buscar este tesoro comestible, del que muchos hablan y que pocos han probado, por ello llegamos a la calle Quintana Roo, entre Allende y Corregidora.
Si bien es cierto que los tradicionales gaspachos se comercializan desde 1970, lo primero que comenzaron a vender en las calles de Morelia eran las rebanadas de jícama, informó Ormar Valencia González, vocero de Gaspachos el Güero de la Merced.
Este manjar que se preparaba en carritos de madera, ha ido evolucionando, ya que anteriormente era una rodaja grande de jícama, a la cual se le ponía cebolla, chile verde, queso, chile en polvo, salsa de botella, jugo de limón y en ocasiones vinagre.
Ahora es casi igual, manteniendo la base de la jícama, pero también se le agrega un poco de piña y pepino picados en pequeños cuadritos, además se le puso chile en polvo del Mero Habanero, potencializando el sabor de todos los ingredientes, que nada más de acordarme se me hace agua la boca.
La ventaja del Mero Habanero es que pica mucho, pero no irrita, debido a que alto en pectina y no en capsaicina, ambas sustancias dan picor y ardor a los chiles en general, indicó el emprendedor Ulises Adonai.
“Pica mucho en la boca, pero no irrita tanto el estómago, a diferencia de los otros chiles que es al revés”, refirió durante la entrevista.
De esta forma se combina este producto de reciente comercialización, y la jícama rebanada, para dar lugar a un gusto enchilado que cautiva de inmediato al paladar, algo que los amantes de lo picosito no deben dejar de probar.
Los antojos de Morelia siguen sorprendiendo y enamorando a todos los que se atreven a probar algo nuevo, además muy saludables porque se elaboran con productos frescos y de temporada.
Cuando visites el centro de la capital de Michoacán, no dejes de pedir tu rebanada de jícama con el chilito del Mero Habanero.