STAFF/@michangoonga
El 2020 será sin duda alguna un año que marcó la vida del mundo en general, sin embargo, como ya es de costumbre, el multiverso de los habitantes de Morelia, guardó para la historia diferentes momentos a causa de la pandemia provocada por el COVID-19 y otras circunstancias.
«La inmune» no fue tan inmune
En un inicio todo parecía normal, y una de la primeras pérdidas que se registrarían sería la del bar “La inmune” ubicado en la Avenida Madero de la capital michoacana, hecho que acontecería en el mes de febrero luego de que uno de los guardias de seguridad privada del lugar tundiera a golpes a un cliente en evidente estado etílico.
Por lo cual, el secretario del Ayuntamiento moreliano, Humberto Arróniz Reyes, instruyó para lograr la clausura del lugar, situación que pese al retiro de la licencia, aún se encuentra en procesos judiciales luego de una demanda interpuesta por la Cervecera Heineken, ya que el permiso municipal formaba parte del lote que maneja la empresa.
El Virus que se llevó todo
A finales de ese mismo mes, daría inicio el brote del SARS-CoV-2 en el mundo, llegando a tierras mexicanas y michoacanas, cambiando así la normalidad de los habitantes, y llevándose también eventos y vidas de por medio.
Uno de los últimos partidos de la Liga MX previo al cierre de los estadios, fue el del extinto Monarcas Morelia contra los Gallos Blancos de Querétaro, encuentro que sería ganado por los rojiamarillos con un marcador de 3-2, siendo José Joaquín “SHAGGY” Martínez el jugador en anotar el último tanto de un partido con público de esta era.
El adiós al equipo michoacano
El conjunto purépecha se ubicaría en el ojo del huracán al iniciar los rumores sobre su supuesta venta, lo cual desencadenaría una serie de manifestaciones de aficionados que -pese a la pandemia provocada por el COVID-19-, saldrían a las calles para exigir a los directivos el cese de los tratos para dejar ir al equipo de sus amores.
El rumor tendría fin con una insípida carta donde se enaltecía las ventajas de mudar al equipo a su nueva casa en Mazatlán, Sinaloa, sin importar las marchas de los aficionados, su cierre con cadenas del estadio, sus llantos, ni tampoco su amor por los colores… todo esto en el mes de mayo.
Ya ni a la feria nos llevaron
En este mes, se supondría también que se llevaría a cabo la tradicional ExpoFiesta, sin embargo, no pudo tener lugar ya que en ese momento, la ciudadanía se encontraba en el confinamiento decretado por el gobierno del estado a cargo de Silvano Aureoles Conejo.
Ni al Buki se la perdonó el covicho
Los conciertos correrían la misma suerte que la ExpoFiesta, ya que, para el 8 y 9 de mayo, la Monumental Plaza de Toros de Morelia, no podría recibir a Marco Antonio Solís, mejor conocido como el “BUKI”, por su parte Alejandro Fernández quien en primera instancia llegaría a la misma plaza en el mes de marzo, también tuvo que reprogramar su presentación en la capital michoacana -ambas fechas han sido establecidos para el 2021-.
Llegaría la temporada de festivales en la misma situación, manteniendo un híbrido entre funciones virtuales prioritariamente y alguna que otra presencial, como lo fueron en el festival de Música de Morelia, el Festival de Órgano de Morelia, Cuórum (festival de cine de diversidad sexual) y el tan aclamado Festival Internacional de Cine de Morelia, el cual mantendría una alfombra roja desolada como en ninguna otra edición.
Los meses corrían y los morelianos contaban con la esperanza de que, conforme fuera transcurriendo el 2020, la situación fuera mejorando, pero… nada sería diferente y hasta uno de los momentos favoritos de los ciudadanos tendría que verse empañado por la pandemia.
Las «batallas» por el CañaFest
“El Cañafest” tendría que ser desplazado hasta pocos días antes de los festejos a la Virgen de Guadalupe en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, ya que entre dimes y diretes de las organizaciones mercantiles y el ayuntamiento moreliano, finalmente se les otorgaría el visto bueno para ubicarse.
La diferencia con años anteriores, se encontraba mayormente enfocada en que en esta ocasión los oferentes de cañas, cacahuates, dulces y futbolitos se ubicaron en cuatro lugares de la ciudad, la Plaza de la Paz, el Bosque Cuauhtémoc y el estacionamiento del antiguo recinto ferial, además de la implementación de las medidas de sanidad correspondientes que se han vuelto común en la vida diaria, como lo son: el gel antibacterial y el uso de cubrebocas.
Es de destacar que ni la pérdida los conciertos cancelados, ni los festivales híbridos, ni la cancelación de la expo fiesta, se asimilan a la importancia de los cientos de vidas de ciudadanos de la ciudad y la entidad que han sido víctimas del COVID-19.