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#Morelia De Mandarinas Y Cacahuates Sobreviven Comerciantes En Plaza De La Paz

En el lugar se vende también cacahuates, mandarinas, ropa para vestir a los niños de Juan Diego, entre dulces, etc.

STAFF/ Margarita Arreola-@marguiarreola

Solamente 20 puestos de cañas se colocaron en la Plaza de La Paz como parte de la reubicación por la cancelación de las Fiestas Guadalupanas en San Diego, a pesar de vender poco en comparación con su tradicional punto de comercio las ventas han ido caminando poco a poco.

Esta readaptación por la pandemia de COVID-19, hizo visible el retorno de una tradición que tiene décadas, que es la venta de cañas y montoncito de mandarinas, además de los famosos cacahuates, cocidos o asados.

Por montoncitos de 20 pesos la señora Tere ofrece sus mandarinas, frescas y jugosas; la originaria de Pátzcuaro vende ropa tradicional por eso su negocio se enfocaba en los trajes artesanales  para niños que visten de Juan Diego, sin embargo con la cancelación de las peregrinaciones está siendo afectada en su economía, por lo que retomó la venta de mandarinas por montón como se vendían tradicionalmente  siendo esto lo que da un sustento diario.

«La venta si está baja pues pero que se le hace, al menos con la venta de las mandarinas sacó 100 a 200 pesos que sirven para comer, ya con todo esto de la pandemia se complicó todo, tengo un hijo que se ha puesto malito, no sabemos que tiene pero yo creo que es depresión por la pandemia, quisiera así podemos salir a trabajar», dijo la señora Tere mientras sacaba las mandarinas del canasto.

Según narra el joven  Jorge, su familia tiene toda la vida dedicándose a la venta de cañas, recuerda como su abuelita utilizaba los «cucuruchos», conos de periódico, para vender los cacahuates que se ofertaban además de los montoncitos de mandarinas.

«De lo malo hay que sacar lo bueno, cuando menos ya estamos vendiendo, ha ido lenta las ventas pero hay, aquí la ventaja que la gente no se amontona casi toda la que se detiene compra y se va rápido, muchos llegan se estacionan piden sus cañas y cacahuates y se van rápido, eso ayuda más que se junte mucha gente que luego ni compra o solo van por la prueba», destacó el joven.

Cabe mencionar que debido a la pandemia no se da prueba para evitar el contacto lo que también significa un ahorro mínimo porque ponen de pilón las cañas que no dieron para probar.

Los precios de las cañas y cacahuates van desde los 20 hasta 60 pesos  o dependiendo la cantidad que quieran comprar, no pueden faltar las salsas de la pica, no pica, suave y regular, la apertura inicia alrededor de las 10 de la mañana y está todo el día en atención al público.


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