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Junto a la comunidad indígena de Paracho, personal técnico de la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial, en representación del titular, Ricardo Luna García, realizó un recorrido de inspección en el Cerro Pelón para programar el saneamiento forestal del área dañada durante la temporada de incendios forestales de este 2020.
En reunión sostenida con los comuneros de Paracho, se comentó el proyecto de realizar reforestaciones en zonas siniestradas y se estableció que se harán jornadas para recuperar la cubierta vegetal de esta Área de Conservación y así evitar el despoblamiento de arbolado en una región rica en recursos naturales como es la Meseta Purépecha de Michoacán.
Como parte de estas visitas de inspección, el personal técnico estuvo también en la comunidad indígena de Tingambato para el establecimiento de reforestaciones igualmente de zonas afectadas por conflagraciones ocurridas este año.
Los comuneros de ambos municipios se mostraron a favor del trabajo coordinado con la Secretaría de Medio Ambiente que encabeza el ingeniero Ricardo Luna García, a favor de la conservar la vocación forestal de las tierras propiedad de las poblaciones originarias.
En la jornada de trabajo del personal técnico se incluyó el municipio de Morelia, donde se supervisó el Área Natural Protegida de la Loma de Santa María, que también tuvo afectaciones por incendios forestales.
En esta zona se tuvo oportunidad de revisar la supervivencia del arbolado plantado durante los años 2018 y 2019, se pudo constatar que solo los ejemplares más grandes lograron sobrevivir al fuego, entre ellos algunos pinos de talla grande, fresnos, encinos, palo dulce y madroños. Los árboles más jóvenes plantados en la pasada temporada de reforestación no lograron sobrevivir al fuego que arrasó en la Loma de Santa María, de ahí la importancia de establecer plantaciones durante esta temporada de lluvia.
El secretario de Medio Ambiente, Ricardo Luna recordó que este 2020, la dependencia a su cargo ha hecho sinergia con el sector juvenil para hacer jornadas de reforestación y así, además de ayudar al bosque, se involucra a los jóvenes para inculcarles una nueva cultura del cuidado y conservación de los recursos naturales, que constituyen el pulmón de las ciudades y del planeta.
