Diario De Un Foráneo… No Siempre Tienes 20+
Aunque ya varias personas majaderas que me han dicho “señor”, aún no llego al tercer piso, pero eso no impide que platiquemos de qué podemos hacer antes de llegar ahí o más arriba
By: Mariano Bolaños Montañez
¡Ay muchachos! Cada vez está más complicada la situación con este rollo del coronavirus/COVID-19 o como le quieras llamar… Según ya estamos ingresando a la Nueva Normalidad (donde se supone que debemos empezar a retomar nuestra vida), pero los contagios y muertes siguen subiendo más que mi deuda en Elektra.
Sé que ya hemos hablado de este tema durante varias semanas, pero la verdad no dejo de considerar que sea algo necesario, sobre todo porque hay mucha gente valemadrista que se expone y hace las cosas que sabe que ño debe.
Y estoy de acuerdo, cada uno puede hacer de su vida un papalote, pero el gran detalle aquí es que no solo te friegas tú, sino que nos estás fregando a todos; o peor aún, le estás dando en la máuser a aquellos que aunque quieran, no se pueden cuidar porque su situación no se lo permite.
Así que te pido que tengas tantita consideración y no te cuides por ti, sino por los que estamos jodidos de salud y somos población vulnerable (en mi caso, asmático desde los 2 años), pues hay abuelitos, personas enfermas y otros sectores que si se contagian, probablemente muchos de ellos no vuelvan a recuperarse (toco madera, y de corazón espero que si pasas por alguna situación similar, encuentres mucha fuerza).
Y weno… Retomando el hilo de esta columna, me agarró un momento reflexivo hace poco en donde me puse a pensar que a pesar de que hay cosas que no podemos controlar, sí hay otras que podemos prevenir.
Es aquí donde podemos atender los consejos de nuestros abuelos, padres y amigos mayores; obvio cada situación va a ser diferente para cada uno, pero sí podemos aprender de sus errores y vernos en sus espejos, pues “más sabe el diablo por viejo que por diablo”.
A lo que voy, y a donde quiero llegar, es que chance nos conviene reflexionar qué carajos estamos haciendo con nuestra vida ahorita que estamos chicuelos y que “somos jóvenes y fuertes y también inteligentes”, pa’ así evitar futuras desgracias cuando ya seamos unos Tutankamones.
Qué hábitos tenemos, qué comemos, qué tomamos, cuánto nos movemos, cómo vivimos, qué carácter y actitudes tenemos y cómo nos enfrentamos a los problemas, son solo algunas de las pequeñas cosas que considero, podríamos tomar en cuenta para tener una mejor calidad de vida.
Sé y entiendo que no hay igualdad de condiciones, pero sí podemos tratar de hacer lo mejor que podamos con lo poco o mucho que tengamos.
Y lo más hermoso de este ejercicio es que no sólo se puede aplicar para aspectos de la salud, pues también lo podemos aplicar en un chorro de ámbitos de nuestro día a día.
Cuáles son nuestros planes a futuro y qué estamos haciendo para lograrlo (claro, nadie contaba con que se iba a atravesar una méndiga pandemia hdspm, pero podríamos empezar a considerarlo), cómo estamos aprovechando o jodiendo nuestro tiempo, qué poder le damos a otras personas sobre nuestras ideas, pensamientos y acciones, etc.
Todo este rollo te lo acabo de echar, porque realmente me interesa y me preocupa, estimado lector, que sigas completit@ y san@ en medio de todo este despapaye, que tú y los tuyos salgan adelante y que podamos vernos nuevamente haciendo lo que solíamos hacerlo (y con la misma naturalidad de antes).
Todos estamos desesperados, lo sé, me incluyo, pero mientras no tengamos esa disciplina que debemos fomentarnos para cierto tipo de cosas, nos va a seguir cargando el Tinkiwinki.
Creo que debemos ser conscientes de que no siempre vamos a estar en las mejores y óptimas condiciones, así que lo que más nos conviene es preparar el terreno para cuando haya tiempos gachos, sufrir lo menos posibles.
No sabemos qué nos depare el día de mañana, pero ¿por qué no intentarlo?