CinemaDude… Cabo de Miedo. Venganza y Justicia
En la facultad de derecho me enseñaron que, históricamente, el derecho penal ha pasado por una serie de etapas determinadas. La primera etapa se conoce como venganza privada, en la cual, si un miembro de la comunidad afectaba por otro, éste podía violentar al agresor...
By: Héctor García Ramírez
Título original: Cape fear
Director: Martin Scorsese
Se puede ver en HBO, YouTube y Google Play
En la facultad de derecho me enseñaron que, históricamente, el derecho penal ha pasado por una serie de etapas determinadas. La primera etapa se conoce como venganza privada, en la cual, si un miembro de la comunidad afectaba por otro, éste podía violentar al agresor. En otras palabras, la justicia se hacía por propia mano. Claro que a veces, el ofendido se excedía en su respuesta, causando males incluso mayores a los que había recibido. Con el paso del tiempo, las reglas punitivas empezaron a sofisticarse. Hoy está constitucionalmente prohibido hacerse justicia por propia mano. Las imposición de las penas está en manos de la legalidad, instituciones, jueces, ministerios públicos y enormes aparatos burocráticos. En Cabo de miedo, somos testigos de una involución, donde los personajes no se conducen dentro de las modernas instituciones de legalidad e impartición de justicia, sino en las zonas de la venganza privada.
Cabo de miedo (1990), dirigida por Martin Scorsese, narra la historia de Max Cady (Robert De Niro) un ex convicto que busca vengarse del abogado Sam Bowden (Nick Nolte), quien catorce años atrás no pudo -o mejor dicho no quiso- evitarle una condena en prisión. La cinta fue bien recibida por el público y la crítica, y es un remake de la película homónima de 1962, protagonizada por Robert Mitchum y Gregory Peck. Antes de continuar, debo advertir que los párrafos siguientes contienen spoilers. Quedan advertidos.
Resulta que catorce años atrás, Max golpeó y violó a una mujer. Sam, quien en ese entonces era su abogado, obtiene un reporte que contiene información que llevaría a la liberación del criminal -no porque demostrara su inocencia, sino porque pondría en duda la “honorabilidad” de la víctima-. El Bowden decide ocultar el reporte porque considera que sería injusto que Cady quede impune, por lo que condenan a su cliente.
Como podemos ver, ante una disyuntiva entre lo legal y lo justo y decidió elegir lo último, Sam se decidió por lo último, aunque ello implicara una falta a su obligación de defender debidamente a su cliente, ocultando información que llevaría a exonerarlo.
Durante su tiempo en la cárcel, Max sufre constante abuso sexual y eventualmente se da cuenta de lo que hizo su abogado. El criminal considera que se cometió una injusticia en su contra, por lo que cuando sale de prisión, decide que lo justo es vengarse del hombre que no lo defendió debidamente.
Así, frente al dilema entre lo legal y lo que considera justo, Cady también se decanta por la última opción. No acude a la barra de abogados para que expulsen a su antiguo defensor, sino que decide ignorar la ley para impartir justicia por su propia mano.
Resulta curiosa la secuencia en la que Sam le ofrece dinero a Max para que desaparezca, pues el abogado se reconoce culpable por lo que sucedió años atrás. El ex convicto le cuestiona irónicamente sobre qué monto es justo para resarcir los años de prisión y las vejaciones sufridas. Está claro que Cady considera que las afectaciones recibidas no pueden ser indemnizadas con dinero. La justicia que busca no es la que pueden administrar las instituciones, sino la que él puede lograr por propia mano, aunque ello implique incurrir en acciones ilegales.
Sam tampoco recurre a medios legales para solucionar su problema. Sabe que el aparato judicial es incapaz de alejar a Max. El abogado, en un momento de desesperación, paga para que golpeen a Cady con ineficaces y desastrosos resultados, lo que lleva a que el ex convicto sea protegido por un juez mediante una orden de restricción.
En el enfrentamiento final, Cady y Bowden pelean a muerte. Durante un momento del combate, Cady le cuestiona, sarcásticamente, sobre la orden de restricción. Es gracioso, hace mucho que su problema quedó al margen de las instituciones de impartición de justicia. En esta historia de venganza, los personajes han involucionado a un estado anterior, dos animales luchando por su vida y nada más.