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El hallazgo de 383 cuerpos embalsamados y apilados en un crematorio de Ciudad Juárez destapó un caso de negligencia criminal que ya dejó detenidos y abrió una investigación contra funerarias y autoridades sanitarias.
El inmueble fue asegurado tras una denuncia de vecinos por olores fétidos, donde inicialmente encontraron 60 cadáveres, pero al avanzar la revisión la cifra subió a 383 de personas fallecidas entre 2020 y 2025, que nunca fueron cremadas.

El fiscal de Chihuahua, César Jaurégui, confirmó la detención del dueño del crematorio y de un trabajador, acusados de inhumación indebida, uso indebido de cadáveres, fraude y delitos contra la salud pública.
La Fiscalía también investiga a seis funerarias que subcontratan los servicios del lugar y que podrían haber estado al tanto del incumplimiento, además de revisar la actuación de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COESPRIS), que mantenía vigente el permiso del establecimiento.

Los cuerpos estaban embalsamados, lo que complica su identificación, ya que los químicos afectan la obtención de ADN. Hasta ahora se han procesado 288 cuerpos y faltan 95.
La autoridad analiza si algunos familiares recibieron cenizas falsas, pues el crematorio seguía recibiendo cuerpos, aunque no tenía capacidad ni infraestructura para procesarlos, operando sin cámaras de refrigeración y en condiciones insalubres.

El crematorio fue clausurado y las autoridades instalaron una unidad refrigerada para conservar los cuerpos, mientras continúa el proceso de identificación y la investigación penal contra los responsables.
