STAFF/ Margarita Arreola @Arreolamargui
no hace daño a nadie y por el contrario ayuda a mantener limpia la plaza pública.
«Hace tiempo me decían la sombra de Joan Sebastián, Yo pasaba en bailes y jaripeos, he alternado con la Banda El Recodo, Cuisillos, no lo digo por presumir, eso hacía cuando estaba en la Banda Pela Vecas, ahora ya me aleje de eso», nos comentó Don José, quien ahora vive en un árbol.
José G. Decidió dejar toda su vida atrás para consagrase a Dios, por eso optó por construir una casa de madera en un árbol de la plaza del monumento a Lázaro Cárdenas, alejado de la inmundicia, tentaciones y cosas materiales que tuvo cuando se dedicó a la música.
El hombre considera que su perdición se debió a las tentaciones de la «Sodoma y Gomorra», actuales, sobre todo a las mujeres y el dinero, pues cuando se dedicaba a estar en los grandes escenarios tenía todo eso, pero era infeliz, hasta que encontró el amor y la paz en Dios y prefirió llevar una vida humilde con lo básico y en armonía con la naturaleza de ahí que empezó a construir su hogar en un árbol.
Aunque dijo tener casa y familia en Morelia, prefirió seguir el llamado se Cristo y vivir para difundir su mensaje de amor y esperanza; «salgo a cantar con mi guitarra para comer, pero sobre todo es el pretexto para acercarme a la gente y hablarles de Dios», precisó.
Al dejarnos subir a la casa del árbol, nos pidió difundir la información de que no quiere ser retirado del lugar porque no hace daño a nadie y que por el contrario ayuda a mantener limpia la plaza del obelisco al Tata Cárdenas.
«Mi padre nos dio la tierra para que la habitáramos, no para que la destruyéramos», expresó mientras desdobla la escalera que está sujeta con bisagras al tronco del árbol y para poder subir a lo que es el dormitorio.
Explicó que lleva construyendo su nuevo hogar alrededor de un mes, pero aún no está terminada por falta detalles para cubrir la lluvia y el área de la cocina, por el momento tiene unos cartones que funcionan de cama y una cobija para cubrir del frío, pero lo más importante para él es un libro llamado «mensaje de vida eterna».
Relató que son varias ocasiones en que la policía municipal ha pasado a tomar fotografías y pedirle que se retire porque se trata de una alteración del orden público, pero cuando él justifica el derecho natural y divino de estar donde quiera sin perjudicar a los demás le dicen, «tú estás loco, no es normal vivir así», apuntó don José, quien amablemente nos compartió un mensaje de desapego a la vida material a través de su historia.
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