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En un negocio de gaspachos ubicada en la Avenida Principal de la capital michoacana trabaja Liz, quien en entrevista para Changoonga.com destacó que desde el inicio de la contingencia por el COVID-19 las ventas en este lugar han bajado hasta un 70%.
“Cerramos una hora antes de lo que cerrábamos antes, han bajado mucho las ventas”, señaló.
Liz relató que este lugar emplea a al menos seis personas entre las que se encuentran quienes pican la fruta, quien cobra y la chica que se dedica a hacer el aseo.
Precisó que anteriormente descansaban un día a la semana y luego de la contingencia sanitaria se les ha otorgado otro día más de descanso debido a la poca afluencia que ha tenido.
Entre ellos, dos son padres de familia que tienen que sustentar los gastos de sus pequeños hijos, situación por lo que les preocupa el posible cierre de comercios que no sean de primera necesidad.
En voz de Liz mencionó que continuarán trabajando hasta que la contingencia lo permita, por lo que ahorrarán el tiempo que continúen trabajando ante un posible cierre de su sucursal.
