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Las costumbres culturales y las creencias infundadas están poniendo al borde de la extinción al colibrí mexicano, de las cuales hay 58 especies y son uno de los grupos más importantes de polinizadores, según datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Aves originarias de América,son en total 330 especies que hay de colibríes de las cuales 58 se encuentran en territorio mexicano, y 13 son especies endémicas pero la mitad de estas están amenazadas y dos concretamente en peligro de extinción.
Parte de su amenaza se debe a las costumbres del país como la caza ilegal para usarlas en los llamados “amarres” de amor, cotizándose entre los 300 y 400 pesos, en un ritual que básicamente consiste en meter un macho y una hembra en un saco rojo, derramado miel sobre ellos y lo cierran para sellar el ritual.
Las avecillas son ofertadas en mercados con negocios esotéricos tanto en la Ciudad de México como en todo el país, donde son vendidos o usados para la realización de estos rituales, sin embargo, los también llamados tucusitos o quindes mueren en su mayoría antes de ser usados en estos rituales, toda vez que requieren alimento cada 10 minutos debido a que consumen la mitad de su peso y energía en los rápidos movimientos y aleteos.
La importancia de los colibríes en el ecosistema es sustancial, pues estos pájaros pueden batir sus alas 200 veces por segundo y su dieta está basada en el néctar que extraen de las flores, y llevan el polen a una planta femenina, por lo que resultan intermediarios importantes en la reproducción sexual de las plantas.
Pero además, el colibrí mexicano es el ave polinizadora más importante de América, y otro de los factores que amenaza a la especie es la urbanización.