STAFF/ Margarita Arreola – @Arreolamargui
A sus 80 años la abuelita Catalina Serrano, trabaja mas de 12 horas vendiendo tapioca que elabora su único hijo, Marcelino.
No lo hace porque lo necesite económicamente, trabaja por gusto porque siempre ha sido activa e independiente y sabe que el día en que pare de hacer sus cosas enfermará.
«Para mí no es cansado, nunca he estado sentada sin hacer nada», expresó la abuelita que con su sencillez y alegría contagia a quien llega a comprar su tapioca.
La señora Cata dejó claro que no es ella quien elabora el tan degustado postre, pero sabe que es el más rico del mundo porque lo hace su hijo, pero también porque los clientes lo dicen cuando regresan y se llevan hasta un litro.
Al preguntar si ella consumía la tapioca expreso «¡uh vaya que sí! A cualquier hora, voy a cumplir 80 años y no hay una sola cosa de comer que me haga daño o no me guste», finalizó con una gran sonrisa.
Asegura que su entereza se debe a las propiedades medicinales que contiene la tapioca como las vitaminas del complejo B, ácido fólico, además de ayudar al cáncer de colon, diabetes, etc, un alimento completo que se le puede agregar a cualquier platillo, comenta Doña Cata.
Nos contó que su vida no ha sido fácil ya que desde que tenía 12 año tuvo un accidente cuando cayó de un segundo piso, golpe que no fue atendido y hasta después de ser madre se dio cuenta de su afectación a su columna y cadera, lo ahora hace que camine falseando un pie.
Siempre ha sido una mujer que trabaja todo el tiempo, muchos años se dedicó a vender comida en una cocina económica, después de quedar viuda en 1985 se dedicó a sacar a delante a su hijo que ahora ve por ella y quien le dice que no trabaje más, pero la mujer de la tercera edad insiste en seguir vendiendo, algo que disfruta hacer.
«En casa ya no puedo hacer nada, pero aquí si, solo tengo que cobrar las tapioca, aquí sentada», apuntó mientras el viento de la tarde lluviosa azotaba la avenida Madero, donde coloca su puesto al lado del templo de Mater Dolorosa, afuera de la farmacia Guadalajara.
Al igual que en la deportiva Indeco, su jornada de venta empieza a las 8 de la mañana, después cambia de lugar a la avenida Madero para terminar alrededor de las 9 de la noche cuando es recogida para ser llevada a su casa.
Su caso fue dado a conocer recientemente a través de redes sociales, donde piden se apoye en la compra de tapioca a la que denominan «la mejor del mundo».