STAFF/@michangoonga
Artesanos de Chimalhuacán, Estado de México realizaron una impresionante obra de arte sacro, al elaborar el Niño Dios más grande del mundo, que mide seis y medio metros de largo y pesa una tonelada, mismo que se quedará en forma permanente en el templo de la Epifanía del Señor en Zóquite, Guadalupe, Zacatecas.
Esta impresionante creación fue elaborado con fibra de vidrio, espuma, pasta automotriz, pintura y resina, que dejó sorprendidos a los habitantes de esta pequeña comunidad.
Pero esta obra tiene más detalles que se deben de conocer, como que la figura enorme de Niño Dios fue tratada con laca y sus pestañas son hermosas, mismas que fueron elaboradas de pelo de caballo.
Ahora el estado de Zacatecas tiene un nuevo huésped, que acompañará a todos los creyentes para su protección.