STAFF/@michangoonga/Alejandro Amado
El Observatorio de Participación Política de las Mujeres en Michoacán conoció al menos 31 casos de violencia política de género en el periodo de campañas electorales, de ellos únicamente seis se tradujeron en denuncias formales, esto debido al temor a represalias, a que las bajaran de la candidatura y a la falta de confianza hacia las autoridades.
Así lo informó Elvia Higuera, integrante del Observatorio y quien es representante ante la Mesa de Gobernabilidad. Precisó que únicamente se presentaron seis denuncias y hay al menos 25 casos de los que tuvo conocimiento el Observatorio pero cuyas víctimas decidieron no presentar denuncia, en casos extremos debido a que las amenazas venían de grupos del crimen organizado.
“Se tuvo conocimiento de seis procedimientos que se formalizaron con la denuncia, en el cual candidatas denunciaban violencia política de género. Sin embargo, de manera extraoficial y donde no medio denuncia de por medio, tuvimos conocimiento de por lo menos 25 casos de candidatas que no presentaron denuncia, en algunos casos por amenazas del crimen organizado”
Señaló que al denunciar las mujeres cancelaban sus aspiraciones políticas, pero aun cuando no denunciaban eran bajadas de los cargos mediante sustituciones por otras mujeres o desplazadas a otros cargos de menor representación, situación de la que se detectaron al menos 12 casos en la región de Tierra Caliente, en municipios como Apatzingán, Parácuaro, Buenavista. Evitó señalar los partidos para evitar represalias a las mujeres.
Indicó que se detectaron casos de “juanitas”, como el de la candidatura del Frente en Múgica, y el caso de Nocupétaro por la coalición Juntos Haremos Historia en donde los candidatos a síndicos destacan más en la publicidad que las que van por el Ayuntamiento, y un fenómeno al interior del PRD en el que los hombres decidieron las candidaturas de mujeres al no poder acceder a ellas.
“Siguen siendo los hombres los que toman las decisiones al interior de los partidos políticos, y de alguna manera tiene mayor prevalencia mantener un vínculo con algún militante que tenga poder al interior de un partido, frente a aquellas mujeres con mayor trayectoria, que pudieran ser muy buenas candidatas pero finalmente triunfo el criterio de la cercanía con algún militante de importancia que les lleva a obtener las candidaturas más fácilmente”, señaló.
También indicó que hubo casos de imágenes denigrantes o lenguaje misógino hacia candidatas, como fue el caso de la del PRI al Ayuntamiento de Morelia, o como el de la presidente municipal de Zinapécuaro, que vio vulnerados sus derechos por sus propios compañeros de partido.