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Ante el incremento en el consumo de pescado y productos de mar, la Secretaría de Salud en Michoacán (SSM), a través de la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coepris) arrancó su Operativo de Cuaresma, el cual tiene la intención de vigilar que las condiciones de venta y expendio de pescados, así como de mariscos sean adecuados para el consumo humano y no sean un riesgo para la población.
A lo largo de la Cuaresma y vacaciones de Semana Santa, el personal de las 8 Jurisdicciones Sanitarias que hay en Michoacán realizará visitas de verificación a los establecimientos dedicados al proceso, venta y distribución de pescados y mariscos, incluidos los mercados públicos y móviles del interior del Estado, además de supermercados y tiendas de autoservicio, tianguis, marisquerías y pescaderías.
Se tomará un promedio de 600 muestras a los alimentos preparados y en puntos de venta, dando énfasis a los productos crudos como pescados, moluscos bivalvos y crustáceos, así como a los alimentos preparados a base de pescados y mariscos y a las aguas frescas.
También se supervisará que existan condiciones de higiene en los puntos de venta de alimentos y productos del mar, ya sean crudos o preparados, y se harán análisis sensoriales en moluscos, moluscos bivalvos, crustáceos y pescados.
Las muestras tomadas serán enviadas al Laboratorio Estatal de Salud Pública para su análisis y en el caso de detectar anomalías, el personal de la Coepris realizará el decomiso respectivo de los productos, para evitar así intoxicaciones en la población.
Es importante destacar que durante todo el año el personal de la Coepris realiza monitoreos y toma de muestras permanentes en el manejo, conservación y venta de diferentes alimentos; pero que en la temporada de Cuaresma se intensifican las acciones de vigilancia con énfasis especial en los alimentos del mar.
También se refuerza la capacitación a manejadores de alimentos para evitar riesgos sanitarios, actividad que se realiza durante todo el año pero aumenta en este periodo.
Y es que los alimentos tienen riesgo de contaminarse cuando están desprotegidos (sin tapar) o a la intemperie (sin refrigerar), dado que se impregnan de bacterias; para ello se recomienda evitar tocar los alimentos con las manos sucias, cuidar que no se dejen a la intemperie evitando que moscas, cucarachas y roedores tengan contacto con la comida.
Cabe hacer mención que se realizan cursos donde se orienta a los comerciantes sobre los hábitos de higiene que deben tener al manipular y preparar los alimentos, como productos cárnicos, de aves, bovinos, pollos, pescados, mariscos, vegetales y leguminosas, además de que se ofrece orientación sobre las medidas de higiene y conservación de los alimentos.
De igual forma, se intensifican las visitas a los expendios, tomando muestras de los alimentos que se venden para detectar la presencia de microorganismos patógenos como la salmonella o el vibrio cholerae.
De este modo, se supervisa que todo se encuentre en óptimas condiciones y si se encuentra alguna irregularidad, se retiran los alimentos del expendio (es decir se decomisan) y se investiga de donde provienen para aplicar las sanciones correspondientes.