STAFF/@OmaidaMelissa
Derivado del fenómeno que se suscitó en redes sociales el fin de semana pasado, hoy los hermanos Martínez Valencia, agricultores de fresa de Angamacutiro, fueron sorprendidos por los morelianos, ya que un mensaje de whatsapp, producto de un joven de 34 años, trajo a más de 150 ciudadanos a realizar una larga fila de por lo menos dos horas, para adquirir un producto de exportación que en Centros Comerciales es duplicado en costo.
La Historia
«Hola», «texteó» Uriel Mejía López a su grupo familiar y de amigos que tiene en whatsapp, “estamos apoyando a un agricultor de fresa, el cual no logró colocar su fresa de exportación, si gustan, un paquete está en 20 pesos, 3 paquetes en 50 y una caja entera con 8 paquetes en 140, quien guste podemos llevárselas”, fue únicamente con nuestros conocidos, comentó entusiasta, “fueron máximo a 30 personas a quienes les informamos y al final se vendieron muy pronto” las 10 cajas que Jesús Martínez Valencia le había dejado para que le ayudara a venderlas.
Y es que desde el miércoles pasado, el agricultor Jesús Martínez Valencia, llegó con su camioneta a las calles de la colonia Chapultepec Norte, a vender el producto que había dejado de colocar en la empresa que le recibe la fresa, pues la sobreproducción ocasionó que de las 600 toneladas que tuvo como cosecha, le fueran adquiridas 500, por lo que 100 podrían perderse, acto que lo llevó, como en otros años, a salir a la calle a ofertar su producto y con ello, salvaguardar la mano de obra de las familias que colaboran con él en Angamacutiro, lugar donde se produce el fruto.
Me acerqué a Abelardo a comprarle unas fresas, dijo Uriel, sin embargo “al ver la buena calidad de éstas, le pregunté que cual era el motivo de venderlas en la calle, así que me contó que no había podido colocar su fresa de exportación porque se la habían rechazada”.
“Yo le pregunté, es acaso por la situación que se vive con Trump, me dijo no, la frontera está abierta, pero el producto a mí me lo están rechazando, me están poniendo demasiadas trabas para que mi producto salga, es la situación, pero esto ha pasado siempre y estoy muy angustiado porque debo pagar a todos los recolectores y a toda la gente a la que apoyo, porque dependen de mí muchísimas familias ahí en el campo, le dije, si usted desea puede darme algunas cajas y yo se las puedo colocar con algunos amigos ahí en mi negocio, si usted quiere, puede pasar” comentó en entrevista exclusiva para Changoonga.com Uriel, optometrísta y dueño de la clínica de desarrollo visual Uziehl, ubicada en H. Colegio Militar No. 22 en la colonia Chapultepec Norte.
Lamentablemente se ha tergiversado la información en el sentido, comentó Uriel, hay quién creen que “es fresa contaminada, que es fresa que es de mala calidad, sin embargo, el origen de esto fue el sincero deseo de ayudar a alguien más, eso ha sido todo, yo la compré y es de muy buena calidad” manifestó.
Para Abelardo Martínez, ha sido muy inesperada la respuesta de la gente, “mire nosotros somos productores del Valle del Bajío, somos una familia que tenemos unas 5 hectáreas en macro túnel, hemos venido trabajando con algunas empresas del Valle de Zamora para venderles en calidad de exportación, se nos ha venido complicando un poquito la comercialización, y lo que hicimos con un hermano mío que ya habíamos hecho en otras ocasiones, fue venir y ponernos en una esquina y comenzar a vender, trajimos ésta, que es la que nos estaba sobrando de la producción que tenemos y la trajimos y se comenzó a vender bien, pero nunca pensamos en este fenómeno que hoy está” comentó.
Reconoció que no han tenido problemas de exportación, sólo que “no nos recibían el 100 por ciento de lo que estamos produciendo, por las cantidades, normalmente las empresas te dicen, te recibo 500 toneladas, y produzco 600, se me quedan 100, pero no es nada de problemas de calidad”, manifestó.
La Respuesta Social
Desde las 9:30 de la mañana, curiosos y personas interesadas en comprar fresa fueron llegando al lugar que indicaba el mensaje que circuló en redes sociales, una que otra persona se quedó desde esa hora, yo me acerqué a tomar unas fotos, testimonios, a curiosear, debía cerciorarme si la convocatoria tendría eco.
“En Walmart la misma fresa la compré en 300 pesos la caja, y aquí el productor directamente la da en 140 pesos, sin duda hay que apoyarlo”, dijo una señora a la espera de comprar la fresa que señaló, ayer mismo adquirió y probó, constatando su calidad.
En la puerta principal de la clínica, había un pequeño letrero que decía que la fresa estaría vendiéndose a partir de las 11 horas de hoy lunes.
Así comenzó a incorporarse la gente en el lugar, acompañados o solos, los morelianos daban ejemplo de la solidaridad que a través de un mensaje de texto les llevaba a realizar una fila de por lo menos 150 personas.
Hubo quién, ante la desesperación de que fuera a suscitarse un desorden y que no se respetara el horario en que se fue llegando, convocó a quienes estaban cerca, les planteo hacer de un folder amarillo, papelitos con 100 números rubricados por alguno de los presentes y con ello entregarlo uno a uno a los presentes, con ello se respetaría el turno, previendo mantener el orden.
Esa solidaridad se extendió entre los presentes, la plática para los primeros tuvo largos momentos de risas, experiencias e intercambio de ideas.
Alma Vianey López, dijo que la información le llegó por medio del kínder de su hija, lo que le llevó a sospechar sobre la procedencia del producto, acto que la llevó a realizar una llamada a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (Sagarpa), en donde fue atendida por Gerardo Rivelas, Coordinador de Evaluación, quién a su vez le expresó que no había ningún rechazo del producto en Estados Unidos. Vianey López dijo ser experta en comercio exterior, por lo que deseaba ver la fresa y cerciorarse de la calidad. Sin embargo, no se esperó a que llegara el producto, por lo que los asistentes, la bautizaron con LadySagarpa, ya que, a decir de los presentes, había llegado con todo álgido a querer desanimarlos, lo cual, sólo incrementó el entusiasmo de apoyo y solidaridad que el día de ayer, con la marcha #VibraMéxico Pro Migrante, no se hizo notar como hoy a medio día.
Abelardo, el agricultor hizo presencia incrédula ante lo que veía, agradeció a los presentes el apoyo, expresándoles que en una hora a lo máximo estaría llegando la única camioneta con la que cuenta, y en la que traían desde Angamacutiro, sus fresas, producto del trabajo familiar.
Poco antes de las 12 del día, una camioneta blanca comenzó a acercarse a la Clínica Uziehl, los presentes aplaudían emocionados, el sol incandescente no sólo iluminó la alegría de quienes ansiosos desean ver y comprar las fresas, sino también de la familia Martínez Valencia, quienes llegaron con 244 cajas, con las cuales sería imposible dar abasto a todos los presentes.
El revuelo no se hizo esperar, los mismos consumidores pidieron se respetará la fila. Un par de mujeres comenzaron la vendimia, la calle fue un congestionamiento total, sin embargo, el orden imperó aun con el alboroto de la euforia.
Uriel, el joven optometrísta que le brindó el apoyo a la familia Martínez, estaba conmocionado, no daba crédito en ver lo que un mensaje de texto había provocado, gratamente sorprendido, dijo que los muros se edifican más entre los seres humanos que en la geografía, que lo expresado hoy era una oportunidad para los agricultores, no sólo de fresa sino del campo mexicano en general, para “que su voz se escuchada por todos y que puedan tener un beneficio adecuado y redituable para sus familias, y con ello México siga creciendo en ese sentido”.
Un total de 50 minutos bastaron para que las 244 cajas fueran vendidas. Los morelianos que no alcanzaron adquirir ni un sólo paquete, terminaron inscribiéndose en una lista que una ciudadana comenzó a llenar con el propósito de que el día de mañana, en el que la familia Martínez Valencia regresará a seguir colocando su producto, las personas puedan llevarse una muestra de lo hecho en Michoacán con calidad de exportación.