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Presunto Inocente Vers. Morelia: Inició Juicio VS Julio, Según Hace 1 Año Mató A Su Esposa

STAFF/ @OmaidaMelissa

Pesa sobre Julio, acusación del homicidio doloso de su cónyuge desde hace poco más de un año, y su proceso ha comenzado apenas esta semana

-Las pruebas presentadas por la Procu contra Julio no sólo son endebles, sino incluso insuficientes, pero aún así insisten en enjuiciarlo

-El caso fue muy sonado en los medios locales y se sospecha, terminaron agarrando a un chivo expiatorio

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1RA ENTREGA:

Hoy se llevó a cabo su primer audiencia dentro del Nuevo Sistema de Justicia Penal, comenzó para Julio un Juicio Oral que lo pone en la antesala de la libertad o de 20 años de prisión como mínimo.  Sin embargo ya viste desde hace un año, el uniforme café claro que distingue a los presos que habitan el Centro de Rehabilitación Social “David Franco Rodríguez”.

El encuentro con la justicia ha tenido a un hombre de 38 años esquivando la soledad, sorteando los días que se abren a las 6 de la mañana y se cierran a las 6 de la tarde, para tan solo observar la altura de aquellas murallas que lo separan de la libertad.

Llegar a una sala de oralidad equivale a cumplir con el destino, registrarse a las 9 horas con 17 minutos no solo retrasó la postura que los jueces emitían, para cuando ingresé, la sala estaba abarrotada, me hice, a fuerza de permisos, el espacio necesario en busca de aquella cita.

El día no sólo ha tenido una baja temperatura ambiental, para el caso que nos ocupa, diré que el frío se respiraba en el ambiente, en aquella sala oral de pulcritud minímalista, de calidez intangible revestida de madera, con un estrado en el que sentados se encontraban ya tres jueces, dos hombres y una mujer.

ESTO ES LO QUE VEO:

Ingresar es simplemente angustiante, esperar tras el arco detector de metales para que me permitiesen el acceso fue desesperante.  La sala para el juicio estaba completamente llena, 32 sillas fueron colocadas para los testigos y la audiencia, pero el caso es apremiante, hay una mujer asesinada, un hombre señalado por la fiscalía, alrededor de 30 testigos entre los del imputado y los de la fiscalía.  

Los jueces con toga están sentados al frente, son ellos quienes a partir de las pruebas y los testimoniales darán en su momento alguna sentencia, hoy llevan gafas, no se que tanto pueda la justicia en este caso, utilizar tal o cual graduación visual ante lo que hoy expresan las leyes.

Julio, desde el lugar donde me encuentro, está sentado del lado izquierdo, lleva un tapabocas azul, su estado de salud está mermado por un resfrío, tose de vez en cuando, aun no he visto su mirada, viste una camisa, un pantalón y al igual que los tenis, todo es color blanco.

La mirada y atención de Julio están hacia el frente, escucha con atención lo que se prevé un días más de una detestable espera, pues el Juez Principal, Noe, pide a los testigos presentes, digan su nombre y expresen si es necesario que reciban una notificación por escrito para con anticipación ser llamados a declarar, ya que al parecer, no hay el quórum suficiente para que la audiencia se lleve a cabo.  La fiscal que representa los derechos de la muerta, considera que no hay las condiciones óptimas para que estén todos los testigos de descargo.

¿DE QUÉ  ACUSAN A JULIO?

Hace un año, el día 21 de enero de 2016, alrededor de las 21:00 horas, el cuerpo sin vida de la maestra de educación física, Selene, es hallado en el Motel Express, una uruapense de 30 años, quien murió por estrangulamiento.

Un día después, Julio es detenido aproximadamente a las 19:00 horas por una orden de aprehensión girada en su contra, sin embargo éste se encontraba precisamente dentro de las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) al momento de reclamar el cuerpo de su esposa.

A decir del comunicado de prensa de la Procuraduría, emitido dos días después del hallazgo del cadáver y la detención de Julio, el propio fiscal del Estado, José Martín Godoy Castro, anunció la inmediatez con que el homicidio fue “resuelto”, caso prácticamente cerrado, lo único que faltaría era recabar las pruebas y los indicios necesarios para llevar a imputado a juicio y le fuera notificada su sentencia.

El 28 de enero de 2016, Julio es vinculado a proceso, sin embargo la Procuraduría solicita 3 meses para cierre de investigación, quedando en tal caso para 29 de abril de ese mismo año, imputación que en dos días se habían armado los señalamientos para detener a Julio, pero que para poder sostener esos señalamientos, ocuparía el primer termino legal necesario, tres meses.

Sin embargo un año después y tras 6 audiencias previas, Julio está sentado en la silla de los acusados, de él sólo tenía como antecedente aquellas notas periodísticas que anunciaban la captura “pronta y expedita” por parte de los agentes investigadores del Procuraduría Estatal, en la que incriminaron al presunto culpable por la muerte de Selene, su esposa.

JUGARRETAS LEGALES

La iluminación de la Sala Oral evoca un gusto arquitectónico, el diseño revestido de madera envuelve la voz de la oficial de sala quien en voz alta nombra uno a uno a los testigos para identificarlos.

Los jueces estimaron que no había suficientes testigos para iniciar el juicio, que se diera parte a cada uno de éstos mediante la comunicación que fuera necesaria, pues a petición de la parte acusadora, los peritos de la fiscalía Estatal no se encontraban activos para asistir a dar su testimonial.

Se decretó un receso mientras a los testigos presentes se les hacía entrega de una hoja que solicitaba todos sus generales, nombre, domicilio, teléfonos, correo electrónico, lugar de trabajo, nombre de su jefe inmediato y forma de identificación.  Lo apremiante era tenerlos, a petición de los jueces, bien identificados para en tal caso, no tener pretexto alguno en su localización, sino serian apercibidos por no presentarse a testificar.

Para ese momento, Julio se estremecía en la silla que ocupaba, la tos no le dejaba espacio para respirar con claridad, un hombre delgado, de 1.60 de estatura, sonreía de a poco ante lo ocurrido.

Al levantar la cabeza y reconocer al público, reconocí su mirada, de ojos saltones lleva entre las cortas canas laterales una edad que se ve agotada.

Inquieto, Julio mira y toca con pasividad el tatuaje que le distingue la parte baja de su mano derecha, no le observo bien que tanto tiene grabado, es innegable no darse cuenta de aquel dibujo de aproximadamente 10 centímetros.  Tiene el emblema del catolicismo, una cruz y un símbolo del infinito color rojo, hay inscripciones en números romanos, en números arábigos.

La parte ofendida está precisamente del lado contrario de Julio, la hermana de Selene y su madre visten de oscuro como quien acude a una sala velatoria.  Están como ausentes ante lo que acontece.

A las 9:52 según mi reloj, reanuda la audiencia.  La fiscalía insiste en que no hay las condiciones testimoniales para iniciar el juicio.

Los jueces resuelven que en tal caso y si la defensa no tiene ningún inconveniente, serán citados de nueva cuenta el día 7 de febrero del año en curso en punto de las 9:00 horas en esa misma sala, los testigos de la fiscalía, ya que por el número de testimonios, sería imposible desahogar en un solo día el caso.

Noe, el Juez que lleva la batuta en la sala, les solicita a los testigos presentes que quedan notificados desde ese momento para siguiente audiencia, así como a través de una citatorio, por lo que deberán presentarse con tiempo suficiente para su registro, ya que de no acudir, serán apercibidos y sancionados con 20 días de salario mínimo.

SE PROLONGA EL CALVARIO

ARCHIVO

A las 10:30 horas se me notifica como representante de un medio de comunicación cuales son mis responsabilidades y obligaciones, ya que al encontrarme en un proceso legal, el tratamiento para el imputado es de presunción.

El Juez solicita que Julio tenga un tratamiento médico especial para que el día 7 de febrero se encuentre en las mejores condiciones físicas, ante el descargo de 8 testigos que darán su testimonial durante la mañana y 5 más ese mismo día por la tarde.

Las indicaciones protocolarias quedan asentadas ante la mirada no sólo de los asistentes, sino también de 6 cámaras de grabación que se encuentran apostadas alrededor de la Sala de Oralidad.

Los asistentes comienzan a difuminar su presencia, Julio solicita ir al sanitario, por lo que cinco guardias armados, se colocan en posiciones diversas y le escoltan al baño que se encuentra por fuera de la Sala.

Sin grilletes o esposas, a Julio se le nota ojeroso, como si el insomnio fuera parte de su piel, la sonrisa se le nota forzada luego de saber que este día, retornará a la prisión que no sólo le detiene físicamente, sino a esa prisión que le detiene el alma, a esa alma que se le ve temblorosa ante el frío voraz que con elocuencia trastoca el lugar.

Una camioneta de la policía Michoacán ya le espera al final de una rampa que caminarla denota 80 pasos, los mismo que recorre Julio sin abrazo alguno de los hermanos, primos y amigos que le fueron a dar el espaldarazo necesario.  Su madre también le ve partir, los ojos se le rasgan al ver a su hijo escoltado.

No hay sino de nuevo la espera, una semana más, Julio deberá aguardar para salir de nuevo del Cereso, para recorrer visualmente las calles que lo trasladan sentado en la parte baja de la camioneta azul polarizada.

Retomo ese camino por el que Julio transitó, entrego mi ficha con el número 88 que resguarda mi teléfono celular.  El sol brilla en una mañana sobria, pero su fervor no es suficiente para que el frío sea menos lacerante, ya retornaré el 7 de febrero, no sólo Julio tiene una cita con el destino, yo también me seguiré encontrando con el mío.

 

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