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“No queremos que el caso de Álvaro Obregón se convierta en un Ayotzinapa más, en donde después de años todavía no terminan de esclarecer los hechos”, pronunció el coordinador nacional del PT, Alberto Anaya Gutiérrez luego de que la dirigencia nacional de ese partido externó su temor que el asesinato y calcinación de 10 personas en Cuitzeo, se convierta en un caso similar al ataque ocurrido en Iguala, Guerrero, contra estudiantes de la normal de Ayotzinapa.
Ello comparando los hechos ocurridos en el municipio guerrerense, el pasado 26 y 27 de septiembre, tuvo serias consecuencias a nivel electoral en el PRD, según declararon en su momento sus propios dirigentes.
La dirigencia nacional petista dijo, en conferencia de prensa, que las autoridades deben llegar “hasta sus últimas consecuencias” en la investigación al alcalde petista de ese municipio, Juan Carlos Arreygue Núñez
También calificaron como desafortunadas “las agresiones” de las que es objeto su partido por parte de Silvano Aureoles: “El gobernador toma papeles que no le corresponden, no es procurador, no es Ministerio Público, ni es juez y ya condenó al Partido del Trabajo”, manifestó Anaya Gutiérrez.
Paralelamente lanzó un llamado a las autoridades federales, estatales y municipales de todo el país a que coordinen esfuerzos para combatir al crimen organizado y se llegue hasta sus últimas consecuencias, no sólo el caso del alcalde sino de toda su red de complicidades que pudiera tener.
Remarcó que son las autoridades las encargadas de investigar a los candidatos y a sus posibles nexos con el crimen: “Nosotros confiamos en los filtros institucionales, tanto de las autoridades judiciales como de la autoridad electoral; no podemos nosotros tener filtros de una manera paralela, cuando es una asunto que le compete a las autoridades”.
“El Partido del Trabajo jamás defenderá a ningún delincuente, pero tampoco aceptamos que por una situación de esta naturaleza quieran dañar al partido como lo está intentando Silvano Aureoles Conejo”, acusó el dirigente.
