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El escándalo desatado el pasado martes luego de que el diario The Wall Street Journal difundiera que el presidente Enrique Peña Nieto le compró una propiedad en un exclusivo club de golf en Ixtapan de la Sal a un contratista beneficiado durante su gestión como gobernador, la presidencia ha salido a aclarar el hecho.
A través de un comunicado, la Presidencia de México aseguró que la casa se encuentra en las declaraciones patrimoniales del mandatario, ha sido utilizada de forma pública y notoria y fue adquirida de forma legal ya que al presidente no le corresponde participar en los procesos de asignación de contratos.
Además negó que la empresa de Roberto San Román Widerkehr participó en términos de la ley aplicable en los procesos de contratación y los mismos fueron resueltos conforme a la ley por los servidores públicos encargados de dichos procesos.
Cabe destacar que el diario estadounidense señaló en su nota que desde que Peña Nieto se convirtió en presidente en el 2012, la firma de San Román ha ganado al menos 11 contratos federales por un valor de unos 40 millones de dólares, según registros gubernamentales, “convirtiéndose así en un competidor nacional con negocios en varios estados. Antes de que peña Nieto llegara al poder, la compañía nunca había ganado un contrato directamente del gobierno federal.
