STAFF/@michangoonga
Todo apunta a que los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, Guerrero, fueron asesinados y sus cuerpos enterrados en fosas clandestinas, luego que desde las 11am se implementó un operativo en la región de Iguala.
Los indicios de que los restos calcinados encontrados en tres fosas a dos kilómetros de Iguala, son de algunos de los normalistas desaparecidos hace una semana son muy fuertes, y sólo se está a la espera de que el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, lo informe de manera oficial.
El mandatario estatal ha solicitado el apoyo pericial de la Policía Federal y de la PGR y ya tuvo comunicación con el procurador Jesús Murillo Karam, para pedir su intervención ante la confirmación de que los normalistas fueron víctimas del crimen organizado, por lo que la Procuraduría de Guerrero ya hizo el desglose correspondiente a la PGR.
La primera pista de las fosas clandestinas fue a través de la confesión de uno de los sicarios que participó en la ejecución de los estudiantes de Ayotzinapa, quien reveló la ubicación de las fosas y el método de ejecución de los normalistas. Fueron secuestrados y ejecutados por elementos de la Policía municipal de Iguala, sirviendo de brazo armado del grupo criminal Guerreros Unidos, que controla la zona de Iguala.
Por lo pronto está confirmada la ubicación de tres fosas clandestinas con al, menos diez cuerpos que fueron víctimas de tortura y luego calcinados.
El gobernador Aguirre va a recibir a familiares de los desaparecidos. Luego dará una conferencia de prensa acompañado del procurador de justicia del estado. En tanto que elementos del Ejército localizaron una casa de seguridad cerca del lugar de las ejecuciones, donde entre las armas localizaron fusiles AK-47.
Las investigaciones apuntan al alcalde con licencia y prófugo de Iguala, Jose Luis Abarca (PRD), quien no ha podido ser localizado.
*Con info de AGENCIAS / Foto: Proceso
