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Un cable diplomático filtrado por Wikileaks con el subtítulo Pensando lo Impensable y el número 1976MEXICO10067-b se detalla que el saliente presidente Luis Echeverría habría planeado el asesinato de su sucesor José López Portillo.
Fechado 6 de agosto de 1976, teje la hipótesis sobre la resistencia de Echeverría a dejar el poder con base en un artículo póstumo del analista político Daniel Cosío Villegas, sobre la resistencia de los presidentes mexicanos a entregar el poder a sus sucesores.
Y no sólo eso, incluso habría elegido al chivo expiatorio del crimen: la Liga Comunista 23 de Septiembre, controlada, según esto, por la CIA, y para asegurar su impunidad, había quitado del camino a la prensa crítica, encarnada por el periódico Excélsior, provocando la salida de su director Julio Scherer y de un grupo de destacados intelectuales, como el Premio Nobel Octavio Paz.
También el plan se cita con base en los reiterados rumores y temores de un posible magnicidio que, según este cable diplomático, llegaron a oídos del embajador de Estados Unidos (Joseph J. Jova) poco después de la nominación de López Portillo como candidato del PRI a la Presidencia de México.
El cable dirigido al Departamento de Estado, entonces al mando de Henry Kissinger, adelanta incluso que “el momento más lógico para (que JLP sufriera) un accidente sería después del 1 de septiembre y que “presumiblemente” para hacer realidad ese escenario, el Congreso nombraría a uno de sus más leales y útiles seguidores. Alguien como Cervantes del Río, Gómez Villanueva o Muñoz Ledo.
“En este escenario la Constitución sería respetada; sin embargo, Echeverría continuaría gobernando a través de alguien más maleable que JLP”.
Con información de Excélsior.
