STAFF/Marina Alejandra Martínez
En un nuevo capítulo del conflicto interno de Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) Michoacán, la diputada Fabiola Alanís Sámano presentó esta semana una denuncia formal por violencia política en razón de género, discursos de odio y ataques al honor contra su compañero de bancada, Juan Carlos Barragán Vélez.
La legisladora confirmó públicamente que el recurso fue entregado ante la oficialía de partes del Instituto Electoral de Michoacán (IEM), pasada el medio día del 18 de junio.
El escrito contiene la petición de un procedimiento especial sancionador, además de medidas cautelares urgentes que pongan fin a las agresiones denunciadas.
«Las medidas que se establezcan para que quede impedido de cometer cualquier agresión en mi contra, porque la agresión es sistemática, la agresión de ahora fue muy pública, pero he sido perseguida por los pasillos y se dice muchas cosas, me mandan mensajes y no es la primera vez, pues yo digo que ya estuvo y no he querido abrir un debate porque no era el momento, pero va a llegar el momento y también hay medidas al interior del partido», amago.
Durante el desarrollo de la sesión ordinaria del Congreso local, Barragán Vélez, sin nombrarla directamente, se refirió a Alanís como “descoordinadora” y posteriormente la calificó como “la Chimoltrufia”, en alusión a que, según él, “como decía una cosa, decía otra”.
Además, en ese mismo contexto, el diputado sin partido Alejandro Bautista Tafolla insultó a la diputada Eréndira Isauro, al decirle que “la inteligencia artificial pensaba más que ella”.
En su denuncia, Alanís sostiene que los hechos constituyen violencia política por razón de género y representan una agresión sistemática que no debe normalizarse. Aseguró que acude al IEM para solicitar las medidas pertinentes que garanticen el cese inmediato de estos actos.
La violencia verbal se ha convertido en una constante en el Congreso de Michoacán.
En cada sesión, legisladores de diversas fracciones se lanzan calificativos denigrantes, en un ambiente marcado por descalificaciones y señalamientos personales.
Uno de los legisladores más señalados por este tipo de comportamiento es el diputado petista Baltazar Gaona, quien se ha caracterizado por lanzar ataques sin filtro hacia cualquier opositor político.
