La fe de un Presidente // By @Ruy_Carreno
Por Ruy Carreño
“¿Es una fe sincera la fe que no actúa?”
Jean-Baptiste Racine (poeta trágico francés)
Queridas hermanas y hermanos: oremos porque éste maldito gobierno caiga pronto; porque el dólar vaya a la baja y la gasolina no tenga más aumentos; y porque el día de hoy los Ministros de la Suprema Corte se pronuncien a favor de la libertad individual de los ciudadanos de producir y consumir marihuana (cannabis sativa) con fines recreativos. Todos: amen.
El pasado lunes, durante la inauguración de 13ª edición de México Cumbre de Negocios, en la que Enrique Peña Nieto destacara: “yo creo que en buena medida el tener un saldo blanco ante el impacto de este huracán, se debe en mucho a la fe del pueblo de México, a tener fe en sí mismo y al haberse unido todos para convocar esta fuerza, que en mucho evitó este desastre”; ante hombres de negocios, líderes económicos y diplomáticos. Inevitablemente podemos cuestionar: ¿será la falta de fe la que tiene a México sumido en el “hoyo” de corrupción, violencia e impunidad en el que se encuentra?
Las declaraciones hechas por el ejecutivo federal, son por demás lamentables; ofenden la inteligencia y el credo de los mexicanos conscientes, de que la situación que atraviesa nuestro país es adversa.
Parecería que ante el desgastado discurso de que la economía mexicana “tiene un panorama positivo a futuro y se perfila como el país con la mejor tasa de crecimiento en América Latina” (La Jornada, martes 27 de octubre de 2015); el gobierno a través de sus representantes ante el FMI y demás organismos internacionales de financiamiento; ya no encuentre mayor salida a los problemas económicos de nuestro país; puesto que su optimista panorama de crecimiento a venido presentando resultados inversamente proporcionales.
Para el filósofo alemán Friedrich Nietzsche, “tener fe significa no querer saber la verdad”; ¿cuántos conciudadanos quieren seguir viviendo cegados por las mentiras que el gobierno nos hace tragar?
Es cierto, que hay verdades que no pueden ser negadas; como el hecho de que gracias a los avisos de prevención de manera oportuna, al paso del huracán Patricia, no existieran pérdidas humanas que lamentar en las zonas afectadas por este fenómeno meteorológico. Sin embargo, hay otras verdades que incomodan al gobierno, ante las cuales guarda silencio o en su caso calla las voces que lo critican.
Ante tal perversión hermanos, prediquemos con la unidad y la fe que como pueblo nos a válido librarnos de catástrofes como el huracán Patricia; pero recuerden:
“a Dios rogando y con el mazo dando”.