STAFF/@michangoonga
El presidente Donald Trump propuso imponer un impuesto del 5% a las remesas enviadas por migrantes desde Estados Unidos, una medida que ya encendió alarmas en México por el fuerte impacto económico que podría provocar en millones de familias que dependen de ese dinero para sobrevivir.
Trump propuso esta medida con el argumento de «frenar la migración», pero especialistas y gobiernos ya advierten que lo único que lograría sería reducir los ingresos de millones de familias en México, fomentar el uso de canales informales (y peligrosos), y hasta provocar que más personas se vean forzadas a migrar.
En solo 2024, México recibió más de 64,700 millones de dólares en remesas, lo cual representa el 3.5% de todo el PIB del país. Ese dinero no llega a empresas millonarias ni a políticos: lo usan familias para sobrevivir. Si se les descuenta un 5%, eso representa miles de millones para comida, salud, educación y vivienda.
Y por si fuera poco, esta idea ya empezó a provocar fricciones entre gobiernos. Claudia Sheinbaum, presidenta de México, respondió:
«La propuesta es inaceptable y discriminatoria, viola los tratados internacionales».
Incluso, al cortar el flujo económico que mantiene a muchas familias a flote, muchas personas podrían quedarse sin opciones y decidir migrar también. Es decir, justo lo contrario de lo que Trump dice que quiere evitar.
Además, el impuesto podría empujar a muchas personas a enviar el dinero de forma clandestina, usando métodos informales que no solo no pagan impuestos, sino que son inseguros y fácilmente manipulables, resultando en más riesgos, menos protección y más problemas.
Aunque la propuesta ha avanzado en la Cámara de Representantes, ni siquiera todos los republicanos están convencidos, y hay quienes dentro de su propio partido la ven como inviable y conflictiva.