STAFF/Marina Alejandra Martínez
Hace algunos años, en Michoacán se pescaban más de 10 mil toneladas de charal, hoy en día, el deterioro del Lago de Cuitzeo, sumado a la sequía y la contaminación ambiental, ha provocado que, la producción de esta especie sea nula.
Ramón Hernández Orozco, titular de la Comisión de Pesca (COMPESCA), reconoció que, actualmente, no existe producción, lo que, ha obligado a los pescadores a buscar empleos temporales.
A pesar de la crisis, Hernández Orozco, destacó que el charal, cuenta con un desarrollo biológico avanzado, lo que, genera la esperanza, de que, una vez que, el nivel del agua en el lago aumente, el charal pueda resurgir.
«El charal tiene un ciclo muy evolucionado en cuanto tomen nivel y humedad dónde quedaron los huevecillos de charal y la tierra vuelven nuevamente a regularse por sí solos porque no hay aquí quien siempre echará al solito se vuelve a recuperar», manifestó.
Ante la falta de producto pesquero, los habitantes locales, han tenido que, recurrir a otras fuentes de ingresos.
En el Lago de Cuitzeo se encuentran registrados alrededor de mil pescadores, aunque, se estima que, la cifra real, es mucho mayor, debido a la presencia de personas que, no están oficialmente registradas, pero que, dependen de la pesca para subsistir.
«Es una cuestión de sobrevivencia, se desplaza a la gente que está en condiciones de trabajar, aquí los que no hacían pesca, hacían artesanías, desgraciadamente, hoy el clima, no dio para artesanía, porque, no pudieron sembrar el vegetal que ellos cosechan, para esto, por lo que, se da un fuerte desplazamiento a las zonas urbanas para la gente empiece en otra cosa», señaló.